En Twitter abundan las cuentas anónimas y falsas y es desde esa trinchera, donde los cobardes se instalan para amenazar, incitar a la violencia y acosar a las personas sin otra sanción que el bloqueo temporal de la cuenta, cuando el daño ya está hecho.
Parece más adecuado aprovechar las oportunidad que nos da esta crisis, junto con la buena voluntad de acuerdos gobierno-oposición, para rediseñar un sistema integrado de transferencias monetarias y no monetarias, sostenible fiscalmente.