A esta altura la poesía y la bohemia –también perdida– no alcanzan para salvar a Valparaíso. La ciudad clama por un liderazgo municipal que reúna audacia, creatividad y determinación.
La lectura libre que surge del mismo sujeto solo perdurará si ha sido previamente impulsada por un adulto interesado en el niño, que sabia y prudentemente lo ayude a encontrar ese libro que lo estimule y lo introduzca en su propio camino.