Las escuelas de Ingeniería están llamadas a formar ingenieras e ingenieros que posean habilidades esenciales como el pensamiento crítico, la comunicación y el trabajo colaborativo.
La colaboración potencia la efectividad de los aportes sociales y permite estrechar los lazos de la empresa con su entorno, sembrando relaciones que constituyen la base de la confianza institucional.
No se puede desconocer que antes de la pandemia, o el estallido social, aún gran parte de las empresas de nuestro país siguieran realizando prácticas discriminatorias en procesos de reclutamiento y selección, evaluaciones de desempeño, asignaciones de salarios, tipos de empleo, entre otros.
El arte de gobernar es más complejo que dividir el mundo entre buenos y malos. Y en política no hay que confundir esfuerzo y entrega personal con conducción y resultados.