La excesiva apuesta por personalismos, como Giorgio Jackson y Gabriel Boric en un comienzo, y la variación en estos hasta llegar a personajes como Pamela Jiles, con niveles de individualismo populista preocupantes incluso para la democracia, son elementos que fueron perforando la unidad de una coalición cuyos cimientos parece que no eran tan sólidos.
Como sociedad debemos dejar la indolencia, apostar a la educación de nuestros hijos e hijas, conversar de esta situación y no permitir que la violencia contra las mujeres nos siga resbalando.