En este trance histórico, los comunistas chilenos decidieron quedarse ciegos en la otra vereda...al final día lo que quedará es eso: su decisión histórica de no concurrir al acuerdo y de votarlo en contra en la instancia decisiva.
Para mantenerse relevante - y a raya a los adversarios - la élite debe renovarse continuamente, rechazar perspectivas miopes y acoger opiniones externas.