Con el objetivo de consolidar los conocimientos que han ido aprendiendo los estudiantes durante los años, la Escuela de Psicología cuenta con un taller de integración en el cuarto año de la carrera focalizado en el aprendizaje y servicio.

Claudia Cruzat, vicedecana de la Escuela cuenta que “la idea de este taller es que los alumnos desplieguen todas las habilidades y conocimientos que han adquirido en 4 años, haciendo un pequeño diagnóstico pero focalizado en intervención”. Este 2019 fueron más de 80 estudiantes los que participaron en el taller, que les permite licenciarse y acceder al quinto año de especialización.

El trabajo de los estudiantes se realizó en tres áreas específicas de la Municipalidad de Peñalolén: Gerencia Comunidad y Familia, Emprendimiento y Empleabilidad y Seguridad Humana. Se repartieron en diferentes centros para vivir una experiencia de contacto directo con el trabajo comunitario.

En medio del estallido social, pusieron a prueba su flexibilidad y verdadero compromiso tanto con el proyecto como con las comunidades con las que trabajan, Claudia Cruzat indica que “dado el contexto, esto fue casi un examen de grado para todos, nos pusieron al límite en todas nuestras capacidades personales y profesionales, entonces flexibilizarse, encontrar las necesidades que emergieron a partir de esto y ver donde poder aportar, da lo mismo lo que hayan planificado les permitió ver habilidades que tenían, en definitiva, fue súper bueno para ellos, sobre todo para realizar contención y primeros auxilios psicológicos”.

Su rol como profesionales fue valorado por los directores de programas municipales, quienes trabajaron codo a codo con los estudiantes durante meses: “lo que más nos llamó la atención fue el amor que le pusieron a la pega, la pasión con la que hablaban. Fue una muy buena experiencia para nosotras”, indica Daniela Pérez del Centro de Adulto Mayor.

“Cuando revisábamos las reflexiones y observaciones de los estudiantes, nos dimos cuenta que eran muy atingentes, pues entendían la dinámica y realidad de cada territorio”, cuenta Alejandra Guerrero del programa Construyendo a Tiempo.

La crisis en Chile afectó directamente a las comunidades con las que estudiantes se encontraban trabajando, tanto a adultos mayores como a los emprendedores y trabajadores de primera infancia, “destacamos mucho la flexibilidad que tuvieron y la disposición a adaptarse a las nuevas necesidades, sobre todo con los adultos mayores que tienen historias”, agrega Daniela Pérez del CAM.

Por parte de Raúl Henríquez, del Centro Yunus, valoró mucho el intercambio de metodologías que experimentaron durante los meses de trabajo, “me agrada mucho que lleguen estudiantes UAI, porque llegan con conocimientos fresquitos y son un gran aporte”.

Estas intervenciones, que se realizan bajo las tutorías de los académicos Ricardo Baeza, Ana Rosenbluth y Claudia Cruzat, comenzaron en 2018 con 40 estudiantes, este año el número se duplicó, alcanzando más de 80 jóvenes trabajando activamente en la Municipalidad de Peñalolén. Para el próximo año, Ana cuenta que “queremos sostener la posibilidad de que nuestros alumnos sigan colaborando con la comuna, siendo un aporte real ante las necesidades de las diferentes áreas”.