Los alcaldes de la V Región son pollitos en fuga, poco presentes y activos ante una realidad que ha superado su capacidad de acción y que los ha llevado a una virtual desaparición pública.
No sabemos si la decisión de empezar la etapa de normalización se ajusta al ciclo de la epidemia y a su posible convergencia con los males propios del invierno. De lo que no hay duda es que en dicha apuesta el gobierno se juega prácticamente todo.