Escuela de Periodismo UAI. Ex Jefa de prensa de Senador Ricardo Lagos W. Anteriormente trabajó en la sección política del diario la Segunda y en la revista Qué Pasa.
Es hora de que se le ponga urgencia a la reforma de Carabineros, de manera que esta caída libre en la que se encuentran de cara a la ciudadanía pueda ser revertida antes de que sea demasiado tarde, si ya no lo es.
Los aires plebiscitarios están muy escondidos en lo más recóndito del mundo dirigencial de los partidos y La Moneda, con discusiones que surgen como cometas Halley, cada ciertos días, a partir de hechos puntuales, pero que no tienen la fuerza suficiente para convocar al chileno de a pie.
El futuro de la acusación es incierto, los mismos parlamentarios no tienen claro si tiene asidero y el riesgo de que sea nada más que un show comunicacional, está latente.
En la práctica, esta fotografía que dejan ver los sondeos se ha hecho carne en las apariciones públicas de quienes están mirando hacia La Moneda, pasando por alto la relevancia del plebiscito que debiera concentrar la discusión en este momento.
Una condición sine qua non para que el plebiscito funcione y la Constitución tenga una base de legitimidad adecuada, es potenciar la participación, pero esto debe hacerse por la vía de la motivación del electorado, no por secretaría.
Si bien las acusaciones constitucionales son una herramienta válida en el sistema democrático, esta no sería primera vez que son utilizadas como instrumento político.
La muerte de Ámbar es culpa de su asesino, presuntamente Hugo Bustamante. Pero también es responsabilidad de una sociedad indiferente y un Estado ausente, que solo utiliza a las niñas, niños y adolescentes como slogan de campaña. Pero en los hechos, es un constante desaparecido.
El desorden en el oficialismo y el ordenamiento de la oposición, terminaron convertidos en un logro para la ciudadanía. Y en una derrota de la que al Presidente le costará levantarse.
Hay una dosis importante de populismo: votar hoy en contra del retiro de los fondos es absolutamente impopular. Y estamos a poco más de un año de elecciones parlamentarias.
La ciudadanía ha dado muestras más que concretas de su molestia con la política, precisamente por espectáculos como este, que solo la desprestigian más.