Escuela de Periodismo UAI. Ex Jefa de prensa de Senador Ricardo Lagos W. Anteriormente trabajó en la sección política del diario la Segunda y en la revista Qué Pasa.
No se espera nada y aun así el mundo político logra decepcionar al país. Ahí se entiende por qué el Congreso figura en el top five de las instituciones peor evaluadas por la ciudadanía. Pero ya seguir apuntando a convertirnos en un país bananero, pareciera que rebasa todos los límites.
El olvido o el recuerdo selectivo se ha transformado en un problema que a simple vista podría parecer inocuo, pero que fomenta negacionismos, frustraciones y arriesga al país a cometer nuevamente los mismos horrores o mantenerse en un peligroso statu quo.
Aunque aún falta paño por cortar, lo cierto que cada nuevo capítulo que se escribe en la nueva propuesta parece sacado del video de Thriller: da miedo y parece que el texto está repitiendo el “moonwalk” de Michael Jackson, haciendo como que avanzan, pero en realidad, caminando hacia atrás.
Lejos de que el 11 de septiembre, aparezca como una fecha en la que Chile dé un ejemplo de humanidad, reconciliación o reflexión, estos días han mostrado una polarización y retroceso altamente preocupantes.
Si volvemos a repetir la historia, si cada uno la escribe desde su propia trinchera, sea la ideología a ultranza o el negacionismo, nunca tendremos una memoria sana, necesaria y reparadora.
Hasta ahora la perfección no ha existido en ningún ser humano y la probidad es un bien cada vez más acomodaticio, no solo en política. Y la democracia, aquella que costó 17 años recuperar, sigue convirtiéndose en un valor en retirada.
En vez de conversar sobre educación y debatir sobre cómo cerramos el círculo vicioso de la ignorancia, la desigualdad y la burbuja de la clase política cuando se discute este tema, terminamos concentrados en las bajas pasiones.
La moda de la cancelación es muy peligrosa y dañina, pues sigue patrones autoritarios y antidemocráticos que lesionan precisamente la facultad de expresar pensamientos e ideas, con el peligro de que cualquier palabra termine en crisis.
¿Un error periodístico califica como desinformación? ¿La línea editorial de cada medio y la libertad que se garantiza en todas las democracias es también parte del paquete? ¿Se trata de la misma forma un medio de comunicación profesional que un bot dedicado a esparcir mentiras?
La actuación del parlamentario al grabar parte de una conversación privada del presidente Gabriel Boric con congresistas del Biobío y la Araucanía en su residencia de Cerro Castillo, y luego darla a conocer a los periodistas, fue realmente vergonzosa.
El negacionismo sigue presente y en la medida en que Chile vuelve a polarizarse, el loop se repite en una transición que pareciera no tener fin. Insólito tras medio siglo.