Escuela de Periodismo UAI. Ex Jefa de prensa de Senador Ricardo Lagos W. Anteriormente trabajó en la sección política del diario la Segunda y en la revista Qué Pasa.
Paula Narváez no solo deberá hacer frente a la fragmentación de la oposición y tratar de congeniarse con las cúpulas partidistas, sino darse a conocer ante el votante.
La lógica debiera dictar que la redacción de un texto constitucional, que nos regirá por los próximos 30, 40 o 50 años y que no abarca materias de fácil digestión, debiera tener una alta dosis intelectual y experiencia, “calle” que le llaman ahora, de manera de que se basen en el conocimiento profundo y no en “tincadas”, eslóganes o percepciones superfluas.
Ante un inminente estado de cuarentena en la región, queda la duda de qué efecto real tendrá en los ciudadanos, en medio de un ocaso de las medidas restrictivas, la inmovilidad del gobierno y una carencia total de autorregulación por parte de los ciudadanos.
Lo que parece cuestionable es precisamente eso: ha pasado ya un año y dos meses, y la lentitud de estas indagaciones no se condice con un sistema supuestamente moderno y donde las garantías de los acusados deben también ser consideradas.
La excesiva apuesta por personalismos, como Giorgio Jackson y Gabriel Boric en un comienzo, y la variación en estos hasta llegar a personajes como Pamela Jiles, con niveles de individualismo populista preocupantes incluso para la democracia, son elementos que fueron perforando la unidad de una coalición cuyos cimientos parece que no eran tan sólidos.
Como sociedad debemos dejar la indolencia, apostar a la educación de nuestros hijos e hijas, conversar de esta situación y no permitir que la violencia contra las mujeres nos siga resbalando.
El escenario ante este segundo retiro –y un eventual tercero- es la más pura definición de populismo parlamentario, con muy pocos “valientes” que se atreven a ir contracorriente.