Escuela de Periodismo UAI. Ex Jefa de prensa de Senador Ricardo Lagos W. Anteriormente trabajó en la sección política del diario la Segunda y en la revista Qué Pasa.
¿Se habrán enterado en las aseguradoras que llegó una pandemia a nuestro país y que por primera vez en la historia de su existencia serán masivamente necesarias?
un plebiscito de estas características requiere de una ciudadanía que se vuelque a las urnas de manera masiva, de forma tal que el resultado de la consulta -cualquiera este sea- tenga una legitimidad incuestionable.
Por primera vez la Carta Fundamental recogerá una visión del Chile que realmente tenemos, en el que el 51% de sus habitantes son precisamente mujeres. Una mitad tradicionalmente invisibilizada y que ahora podrá poner su sello.
“Lo específico de nuestro tiempo es que a todas las demás asociaciones e individuos sólo se les concede el derecho a la violencia física en la medida en que el Estado lo permite. El Estado es la única fuente del “derecho” a la violencia”, decía Max Weber en su texto “La política como vocación”.
A partir de las palabras de Ward, algunos entendieron que –en realidad- luego de conocida la encuesta CEP y el 6% de respaldo al gobierno de Sebastián Piñera, reponer el voto obligatorio traería consecuencias negativas para la centroderecha.
Si no hay una reflexión profunda y colectiva entonces la puerta queda abierta para la llegada de líderes populistas, que aparezcan como los salvadores de la patria, pero que en la práctica, pongan en riesgo la estabilidad democrática y el futuro del país.
Mientras el pacto social siga cuestionado y la autoridad continúe siendo incapaz de tomar decisiones, precisamente el caos va a seguir siendo la regla.
En este escenario –del que a ratos parecen completamente desenchufados- la oposición y el Ejecutivo continúan enfrascados en disputas que nada tienen que ver con apaciguar los ánimos e intentar salir de la crisis.
La pataleta de la UDI es completamente extemporánea. Es cosa de mirar por la ventana y darse cuenta de que no es el momento, ni el lugar, para infantilizar una discusión de sumo relevante para el futuro de un país todavía tambaleante.