Inversionista, fundador de VC Lab y de 11 compañías (2 de ellas vendidas por mil millones de dólares) el emprendedor ítalo-estadounidense visitó la UAI invitado por el Diplomado en Venture Capital.
El problema se centra en el soporte, no en el contenido mismo de la conversación: si alguno de los partícipes, por el motivo que fuera, deseara voluntariamente revelar hechos delictivos tratados en una reunión al Ministerio Público, nadie cuestionaría la licitud de esa declaración.
La pregunta es si de verdad alguna vez fuimos un país menos corrupto que el resto del vecindario o la diferencia está en que ahora contamos con los medios para ver más allá, prensa libre y medios tecnológicos que nos permiten conocer casos que antes se callaban o se escondían bajo la alfombra.
Nadie tiene la voluntad ni las ganas ni el capital para promover una tercera instancia con las características que han tenido los dos últimos, es decir, con órganos especialmente elegidos con el propósito expreso y exclusivo de redactar una nueva carta magna. Nadie.