Muchas vidas se perderán con el coronavirus, esperemos que entre tanta muerte y tragedia también se lleve las visiones dogmáticas y la corrupción de nuestras democracias. Que el aumento de la conciencia frente a esta crisis desastrosa sirva para construir un mejor vivir.
Los despidos masivos llevan a que los trabajadores desplazados no recuperen su nivel de ingresos ni siquiera 20 años después del despido, obteniendo en plazos largos remuneraciones totales que son fácilmente 20% menores que las de trabajadores comparables que no fueron despedidos.
Los alcaldes de la V Región son pollitos en fuga, poco presentes y activos ante una realidad que ha superado su capacidad de acción y que los ha llevado a una virtual desaparición pública.
No sabemos si la decisión de empezar la etapa de normalización se ajusta al ciclo de la epidemia y a su posible convergencia con los males propios del invierno. De lo que no hay duda es que en dicha apuesta el gobierno se juega prácticamente todo.