Escuela de Periodismo UAI. Ex Jefa de prensa de Senador Ricardo Lagos W. Anteriormente trabajó en la sección política del diario la Segunda y en la revista Qué Pasa.
Críticas más o menos, el engaño de Rojas Vade horada gravemente la imagen de la convención y debiera servir para remecer a quienes la componen, de manera que entiendan que no pueden seguir mirando a las otras instituciones por arriba del hombro
Si bien en este choque expectativa/realidad es normal que se produzcan diferencias, lo importante es que se realice un ajuste serio, responsable y que este necesario engranaje no termine deteriorando a la institución que debiera dejar atrás las injusticias que dieron pie al 18O.
Con una dispersión brutal y el escenario muy líquido, el reto en común de los abanderados será cómo montar un relato y una narrativa que motiven y convenzan a una ciudadanía en extremo desconfiada del mundo político, donde además no hay cartas echadas ni carreras ganadas, pero sí varios desafíos.
El problema es profundo. Tiene que ver con la mirada de nuestros ancestros, con el respeto, con la deuda histórica, pero también con la forma en la que como sociedad solucionamos los conflictos
El nivel de quiebre que se produzca entre los candidatos por los roces que la campaña contra el tiempo será uno de los temas que deberán cuidar, pues no habrá periodo suficiente para recomponer las relaciones, con una inscripción de candidaturas dos días después y una presidencial a solo tres meses de distancia.
"No está claro si el miedo -en la derecha- o la competitividad extrema -en el caso de Jadue y Boric- serán incentivos suficientes para que los chilenos se levanten, salgan de sus casas y vayan a votar".
Si el 80% de los chilenos decidió que la constituyente no estuviera compuesta por los mismos de siempre, con las mismas prácticas de antaño, es porque se espera que precisamente sea la racionalidad y el diálogo los que iluminen a los 155.
Las apuestas de varios de los candidatos claramente confundieron la creatividad y la necesidad de enganchar a los televidentes, con lo banal, lo ridículo, la poca seriedad e incluso la modificación de la verdad, entregando aún más elementos a quienes critican la calidad de la política actual.
La propuesta de Jadue de inmiscuir al Estado en el devenir de los medios de comunicación atentará contra lo que dice querer defender y se acerca peligrosamente a la experiencia que hemos visto en países totalitarios o donde la democracia está en tela de juicio.