Si hay algo que influenció la obra de Zweig fue su convencimiento más absoluto de que las fronteras geográficas son construcciones humanas y subjetivas.
La mejor forma de enfrentar a los negacionistas no es llevándolos a la cárcel, sino mediante opiniones convincentes y ancladas, precisamente, en la libertad de expresión.
Cabe preguntarse hasta qué punto Lavín el alcalde, el de las soluciones pequeñas y vecinales, el que la última CEP resucitó de las cenizas, tiene estampa para llegar a La Moneda.