Piñera se aprendió el libreto: a diferencia de Michelle Bachelet, sugirió, él se pondría siempre del lado de sus compatriotas y no del lado de los organismos internacionales.
El Estado está legitimado para establecer y hacer cumplir un currículum mínimo que, entre otras cosas, enseñe el consenso científico respecto del origen de la biodiversidad.