El por qué de la obesidad en Chile

24 de Noviembre 2017 Investigación Noticias

Estudio del Ministerio de Salud presentó la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017 que entrevistó a 6.233 personas de distintas áreas del país. Dentro de los resultados que más llamaron la atención es que un 31,2% de la población chilena es obesa.

El fenómeno, según indica Claudia Cruzat, directora del Centro de Estudios y Conducta Alimentaria, involucra no solo aspectos individuales, sino también familiares y socio-culturales “parece contradictorio que frente a un bombardeo de información a diario en los medios de comunicación, acerca de la vida saludable, los hábitos alimentarios sanos y la importancia de la actividad física, la población chilena siga engordando” dice.

El exceso de información genera mitos e información que puede ser errónea en torno a la comida, “generando una especie de “confusión alimentaria”, “no coma esto porque hace mal para esto otro”, lo que puede crear incluso una sensación de “invisibilización” en cuanto a que todo parece hacer mal, y por tanto, “algo hay que comer”” agrega Claudia.

El sedentarismo por otra parte, llega a un 86,7%, a pesar de ser un gran porcentaje, disminuyó respecto a la última encuesta del 2009-2010, donde los sedentarios eran un 89,4% de los chilenos. Claudia explica que esto se debe a la conectividad, y claro, Chile es uno de los países de la región con más acceso a celulares y web, por lo tanto, las personas tienen la posibilidad de acceder automáticamente a respuestas de toda índole, sin necesidad de moverse del escritorio, “esa es la combinación perfecta para la obesidad, mínimo esfuerzo físico y máxima disponibilidad de alimentos, y lo peor, necesitas de respuesta automática”, comenta Claudia.

Falta de Consciencia

El estudio arrojó que el exceso de peso de los chilenos corresponde a un 74,2% de la población, siendo un 31,2% obesos, 39,8% con sobrepeso y un 3,2% obesidad mórbida. El problema está en la concepción de alimentación que tienen los chilenos, “lo esencial es poder generar conciencia de la importancia de tener un estilo de vida saludable, más allá del peso. Importancia asociada no solo a la salud física sino también a la salud mental, y al bienestar en todos los ámbitos de la vida” comenta Claudia.

De este modo, la profesora de Psicología UAI, señala que en Chile, “si bien se ha hecho un esfuerzo por mejorar, no se integra en el espacio cotidiano de la familia, es más fácil callar el llanto de un bebé ofreciéndole golosinas que darnos tiempo para investigar que le sucede”.

Políticas Públicas

Estas cifras son un indicador relevante para evaluar las políticas públicas que existen o faltan en el sistema chileno, “para afrontar esta epidemia es necesario una intervención multinivel, regulando por ejemplo los horarios laborales, el transporte público para fomentar su uso, subvencionar la actividad física dirigida, quitar o bajar el IVA de los alimentos esenciales, regular la publicidad, desmitificar las dietas extremas, entre otras”, señala Claudia.

En general, las soluciones gubernamentales se enfocan en la prevención secundaria o terciara, es decir, una vez que el problema ya ha aparecido, en este sentido, “las políticas públicas no debieran estar orientadas solo a la prohibición de alimentos, y la “conducta de alimentarnos” no debiera estar asociada a algo negativo. No existen alimentos prohibidos, existen las porciones adecuadas de acuerdo a las condiciones físicas, a la actividad física, la edad, entre otros factores” dice.

De este modo, el cambio sugerido es más global, no sólo focalizado en lo que se ingiere sino en cómo la gente se está alimentando.

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