“Yo no quiero hacer lo mismo del resto, quiero emprender mi propio camino”, es la premisa de Juan Cristóbal Concha, egresado en 2018 de la carrera de Psicología UAI con Magíster en Psicología Clínica.
Hoy es speaker de Pride Connection, una red de empresas que se capacitan en temas de diversidad e inclusión, realizando charlas sobre lugares más inclusivos y afirmativos para la diversidad. Es fundador de Pride Me, un espacio multidisciplinario para el bienestar de la comunidad LGBTI y se ha convertido en influencer en redes sociales, acompañando y educando a la comunidad para una mayor y mejor inclusión en todas sus dimensiones.
El Magíster en Psicología Clínica (MPC) de la Escuela de Psicología ofrece la oportunidad de hacer la práctica profesional en diversas organizaciones, Juan Cristóbal la hizo en PLURAL mientras era voluntario de Todo Mejora, “tenía muchas ganas de quedar ahí porque en el MPC había tenido ramos al respecto, igual todo lo que he aprendido ha sido autodidacta con el apoyo de profesores, como la Isidora Paiva o Ruth Weinstein, y la práctica clínica me cayó perfecto y ahí empecé aprender sobre diversidad”, cuenta.
Su experiencia personal, sumado a lo que aprendió en su práctica le permitió identificar una necesidad de formar a profesionales capacitados para tratar a comunidad LGBTIQ+, “los terapeutas que deseen trabajar con comunidad LGBTI necesitan estar capacitados, porque tenemos que auto monitorear los juicios que como profesionales y personas tenemos, la experiencia de cada terapeuta afecta, cada uno tiene que revisárselo y nosotros desde ahí hacemos capacitaciones a psicólogos, terapeutas, psiquiatras”, explica Juan Cristóbal respecto a lo que hacen en PrideMe.
PrideMe: un espacio de empoderamiento y acompañamiento a la comunidad LGBTIQ+
En plena pandemia y con la experiencia adquirida se dio cuenta que había mucha demanda y poca oferta en el cuidado del bienestar y salud mental de la comunidad LGBTI, por ello aprovechó las plataformas digitales para acercar la terapia a la comunidad, compartiendo contenido educativo, informativo y accesible para todos y todas.
A mediados de 2021, en plena pandemia, Juan Cristóbal se aventuró con un proyecto: PrideMe, un equipo de bienestar enfocado en la comunidad LGBTIQ+. “La idea es crear un espacio seguro en el que se haga comunidad”, acota. Y es que Prideme busca conectar a personas de la comunidad LGBTIQ+ en espacios amigables, grupos de apoyo, equipos deportivos, espacios de comunidad.
“Efectivamente se habla de la comunidad LGBTI, pero en la realidad sigue reinante el sentimiento de soledad, muchos no saben dónde encontrarse y la idea es que PrideMe los una”, agrega Juan Cristóbal. Hoy son 18 profesionales parte del equipo, quienes participan en charlas y capacitaciones para entregar herramientas tanto a profesionales de la salud mental para especializarse, como a personas LGBTIQA+ para que puedan aumentar su autoestima, regular emociones, conocer más sobre quiénes son y acompañarles en el proceso de desarrollo de su bienestar.
Deuda de inclusión en las organizaciones
Juan Cristóbal comenta que “el 65% de las personas de la comunidad LGBTI no visibiliza su orientación sexual o identidad de género en su lugar de trabajo, y un 85% cuando se trata de altas jefaturas, por el miedo a no ser promovido, contratado o ser despedido o quitarle acceso con clientes”, una problemática que existe, está presente, y Juan Cristóbal a través de su colaboración con Pride Connection, justamente buscan erradicarlo, para “crear personas más felices y que a la vez la empresa tenga mejores resultados”.
Su talento como speaker lo llevó a realizar una charla Ted sobre su experiencia, la necesidad de especialización y el empoderamiento de la comunidad, “es un recorrido, el camino de pasar de la vergüenza al orgullo”, dice.
Revive su charla “El orgullo de ser gay”, aquí.
Experiencia UAI
En su paso por la escuela, recuerda con énfasis a la académica Ruth Weinstein, “ella a mi me marcó mucho porque siendo una profe mayor le encantaba la temática de la diversidad, trans, gay, hablar del tema, educar al respecto, de hecho yo a ella una vez le presenté a mi pareja”, cuenta. También menciona a Claudio Araya, por su ramo del primer semestre en primer año “en el que había que hacer una presentación de uno mismo, trayendo la persona al terapeuta. Ahí salí del closet y tenía miedo porque no sabía lo que pensaban los profes, pero él me agradeció y felicitó”, recuerda.
Respecto al sello y amplitud de la UAI y de la Escuela de Psicología, menciona que “la cultura de la escuela y de la universidad me permitió ser muy yo, sin eso no habría tenido tanto interés en dedicarme a esto“.