UAI despide a María Luisa Ugarte, una de las fundadoras de la Escuela de Psicología

4 de Julio 2022 Noticias

El paso de la profesora María Luisa Ugarte Correa, por la Escuela de Psicología UAI se extendió por 18 años, Doctora en Psicología de la Sapienza Università di Roma, María Luisa se incorporó tempranamente a la Escuela, primero, como profesora hora en 2003, y luego, como académica jornada a partir de marzo de 2004. Fue la primera directora del Departamento de Psicología Básica y una importante colaboradora de la primera formulación de competencias profesionales a la base de la formación de psicólogos de nuestra Escuela.

Son pocas las personas que uno se encuentra en la vida capaces de dejar huella por la integridad personal y por el equilibrio que muestran en su vida. Menos aún las personas que comparten proyectos que nos permiten trascender como personas e instituciones. Y, más excepcionalmente, uno se topa en la vida con personas que hacen del mundo un lugar mejor para vivir.

María Luisa Ugarte, fue todo aquello y más. Su participación, desde el inicio, del proyecto de nuestra Escuela de Psicología, estuvo marcado por un compromiso y profesionalismo excepcional, por la rigurosidad de su pensamiento y su vocación formadora. Sin embargo, su sonrisa afable, su preocupación por las personas, su compromiso con el sentido y su buen humor, permitieron todos estos años construir una Escuela fundada en los vínculos y en el ágape, capaz de trascender y hacer historia”, indica el decano de la Escuela de Psicología UAI, Jorge Sanhueza.

María Luisa fue docente de diferentes cursos de pregrado, como Historia de la Psicología, Psicología de la Personalidad, Psicología y Cognición y Psicología del Aprendizaje, fue parte del equipo del Centro de Estudios de Conducta Alimentaria (CECA) y participó activamente en equipos de trabajo orientados a investigar temas vinculados a la autorregulación del aprendizaje. Sus áreas de interés estuvieron siempre ligadas a metodologías de enseñanza en la educación universitaria.

La temprana partida de María Luisa ha significado una gran pérdida para la Escuela y en particular para el cuerpo académico que tuvo el privilegio de conocerla. María Luisa fue una profesora y amiga entrañable y generosa, divertida y empática, siempre con la sonrisa a flor de piel y dispuesta a compartir una buena y profunda conversación.

“En sus años en la UAI encontró la forma de involucrarse y aportar con todos y cada uno de los grupos, centros académicos y de colegas de la Escuela -CECA, Mindfulness, Neurociencia, Área Básica, Clínica, Organizacional, entre muchos otros- generando una relación particular y personal con cada uno. Esperamos que su gran curiosidad, corazón, alegría de vivir y su inigualable capacidad de ver lo positivo dentro de las situaciones más desafiantes, sigan inspirándonos y siendo parte central del espíritu de nuestra Escuela”, agrega la académica de la Escuela de Psicología, Lorna Cortés.

Quienes tuvieron el privilegio de trabajar junto a ella, recuerdan su presencia permanente, su risa contagiosa, las fascinantes historias de los viajes que hacía en sus vacaciones y su profundo compromiso con el proyecto de la Escuela de Psicología.

“Tuve la suerte de compartir oficina por muchos años con María Luisa, ella fue muy importante en mi proceso de inducción a la UAI, y fue siempre muy generosa de compartir sus espacios conmigo. Tuvimos largas e interesantes conversaciones. Pude conocer una persona maravillosa y una psicóloga con una vocación y pasión tanto por la psicología como con la formación de estudiantes. Siempre con una sonrisa, una actitud optimista, siempre pensando en el otro. Como directora del área básica tuvo la capacidad de aglutinar a los profesores, creando espacios para compartir y aprender de los demás”, recuerda Claudia Cruzat, vicedecana de la Escuela de Psicología.

María Luisa no solo dejó huellas en lo profesional, su calidad humana, entrega y compromiso marcó la vida de colegas y estudiantes, quienes hasta el día de hoy la recuerdan con un cariño inmenso.

“Para nosotros -profesores de la Escuela- María Luisa fue una amiga entrañable, para los estudiantes, entretenida, con múltiples intereses. Fue parte de todos y cada uno de los grupos y centros académicos, siempre con una relación particular y personal con cada uno.  Tenía un tremendo corazón, y la habilidad de estar ahí contigo para apoyarte, casi siempre te llevaba un té especial para hacerte un cariño cuando lo necesitabas”, recuerda la académica de la Escuela de Psicología, Fernanda Díaz.

Para quienes compartieron sala de clases con María Luisa, como estudiantes de Psicología, el recuerdo es transversal, su particular forma de relacionarse con las personas, su buen trato, su generosidad, es parte de la huella que dejó en sus vidas:

“Para mí es un ejemplo a seguir. Una vez, estudiando coaching me pidieron recordar y escribirle una carta a una persona que admiraras y te haya marcado en tu vida. Naturalmente, la Malú (como le decíamos de cariño sus ayudantes) se vino a mi mente y tuve el placer de compartirle lo bella que es – aún- su influencia en mi crecimiento como profesional y como persona. Gracias a la Malú conocí mi amor a la docencia y su sabiduría se mantiene perenne en cada clase. Estoy agradecida de haber tenido la oportunidad de aprender de ella como mentora y amiga”, cuenta la exalumna, Francesca Costa.

Gracias, María Luisa.

Gracias María Luisa por tu generosidad y tu humanidad para con la Escuela, tus estudiantes y para todos y cada uno de nosotros”, Jorge Sanhueza.

Espero que estés disfrutando de tu mejor viaje. Una mujer luchadora que siempre miró con optimismo grandes desafíos. Fuiste gran hija, hermana, tía, profesora, colega y amiga. Te extrañamos pero te recordamos con la alegría que siempre irradiaste”, Claudia Cruzat.

María Luisa fue una profesora y amiga entrañable y generosa, divertida y empática, siempre con la sonrisa a flor de piel y dispuesta a compartir una buena y profunda conversación”, Lorna Cortés.

Gracias profe por todos sus conocimientos compartidos” Evelyn San Cristóbal.

Profundamente agradecido de la huella indeleble que dejó en mi. Formación humana de calidad con una agradable sonrisa”, @jn.balvin

Fui su alumna en la santo Tomás. Exigente. Chistosa y muy rigurosa con la info. de sus clases…nos hacía estudiar un montón. Luego de un profe de un año ella marcó mucho mi acercamiento a lo enfoques cognitivos. Si te sacabas un 5 en sus pruebas era porque ya sabías harto. Lo lamento mucho. Que descanse en paz y las más sinceras condolencias a su familia y amigos”, Constanza Cooper.

“Te despedimos con una pena enorme, pero a la vez con una gran alegría en este nuevo viaje que emprendes, y a ti si que te gustaba viajar… cómo gozabas planificando tus viajes. Pero este viaje, tu no lo presupuestaste tan pronto, pero estabas más que preparada para iniciarlo. Has dejado ese cuerpo, para viajar libre y sin cargas. Tu no nos dejaste, solo partiste antes para preparar nuestra llegada. No esperemos tenerlo todo para disfrutar de la vida, porque ya tenemos la vida para disfrutar de todo”, Carlos Ugarte Correa.

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