Desafíos de psicólogos/as sociales UAI

18 de Noviembre 2020 Noticias

Un psicólogo/a social es un profesional experto/a en diseñar, implementar y evaluar estrategias de intervención que apunten a transformar positivamente los vínculos entre distintos individuos y organizaciones, a través del diálogo y la búsqueda de colectiva de un mayor bienestar psicosocial, y ese es el desafío que adquieren los/as estudiantes de Psicología UAI cuando escogen, en su quinto año, cursar el Magíster en Psicología Social.

“En términos generales, nuestros psicólogos/as tienen la misión de facilitar las relaciones de la organización con su entorno, esto implica trabajar las relaciones con la comunidad, promover y evaluar la sustentabilidad de la organización, diseñar intervenciones territoriales y evaluar su impacto socioeconómico en su zona de influencia, entre otras tareas”, explica Felipe Valdivieso, profesor del Magíster en Psicología Social.

Desde la perspectiva UAI, existen 4 grandes áreas desde las cuáles la psicología social puede incidir significativamente en nuestra sociedad:

  1. Trabajando desde las comunidades y organizaciones civiles.
  2. Diseñando y ejecutando políticas públicas que integren dimensiones como la convivencia, la salud mental, el bien común y la participación.
  3. Realizando investigación que pueda aportar a la discusión y proyección de nuestra sociedad.
  4. Favoreciendo relaciones positivas entre empresas, organizaciones, autoridades y comunidades, en una escala territorial.

Y es que los y las estudiantes de la Escuela que escogen esta especialización, hacen sus prácticas en organizaciones donde pueden generar un cambio en la forma en que se relacionan con las comunidades. Este año, la alumna Andrea Rivera realiza su práctica en el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación; y la alumna Daniela Pérez en la Fundación Sentido. ¿Qué las motiva a trabajar en estas organizaciones? ¿Cuál es la experiencia de un psicólogo en estas áreas?, las estudiantes responden.

Conexión con el servicio público

Andrea eligió hacer su práctica en el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación porque “me gusta mucho el servicio público, pero creo que jamás había pensado en trabajar en gobierno central, con la excepción del Ministerio de Medio Ambiente, pues tiene directa relación con mi emprendimiento de reciclaje textil en el que trabajo también”, y es que Andrea además de estudiar psicología, desarrolla un emprendimiento, el cual obtuvo el 3er lugar en el Concurso UAI+D Prototypes en 2019.

¿Cómo ha sido la experiencia?, Andrea indica que ha sido “agotadora pero maravillosa, he aprendido muchísimo, me ha tocado acercarme a temas que me encantaban, como las temáticas espaciales, pero que pensaba que jamás iba a poder trabajar en ellos si no lo hacía mediante una carrera STEM”. Uno de los aprendizajes que Andrea se lleva de su trabajo en el Ministerio es el ritmo, “trabajar en el gabinete del ministro implica tener siempre todo al día, y realizar muchas actividades de manera paralela y conectada con el contexto. Creo que ha sido un salto cuántico respecto al desarrollo de mis competencias laborales”, explica la estudiante.

Compromiso con niños y niñas del SENAME

Daniela, por su parte, eligió la Fundación Sentido porque trabaja apoyando a jóvenes que se encuentran dentro del sistema de protección de SENAME y egresados de los hogares de protección con la misión de prepararlos para la vida independiente y lograr su correcta inserción sociolaboral, “siempre me interesó trabajar en temas de protección y defensa de derechos humanos, especialmente con niños, niñas y adolescentes, por lo que la Fundación Sentido era una opción muy llamativa para mí, ya que comparto la visión y valores que tienen como organización.

Actualmente Daniela es parte del Programa Casas Compartidas de la Fundación, una solución habitacional con acompañamiento integral para jóvenes mayores de 18 años egresados del sistema de protección de SENAME, “el modelo está pensado como una respuesta a la falta de redes de apoyo que poseen los y las jóvenes una vez egresados de las instituciones, promoviendo una inserción social exitosa en la emancipación”, explica.

La experiencia de trabajar en esta área, “me ha dado más confianza en mis habilidades, haciéndome más consciente de que tengo lo necesario para desempeñarme y hacer un buen trabajo, asimismo, confirmo que esto es lo que me gusta y donde quiero seguir trabajando”, indica la estudiante, quien además agradece la oportunidad de trabajo porque pudo conocer el funcionamiento de una organización sin fines de lucro y sobre el sistema de protección de infancia y adolescencia.

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