Innovación textil y consumo consciente

15 de Septiembre 2020 Noticias

Con el objetivo de generar un impacto positivo en el planeta, nace Rebeca, proyecto impulsado por Andrea Rivera, estudiante de quinto año de Psicología en la UAI, que utiliza el algodón post-consumo creando una fibra 100% reciclada para ser introducida en un nuevo ciclo productivo en el rubro textil. De esta forma, es posible crear nuevas confecciones con un sello sustentable.

Tras obtener el tercer lugar en el Concurso UAI+D Prototype 2019, el proyecto ha sido contactado por diferentes start up que buscan promover su implementación, Andrea cuenta que actualmente participan en The S Factory de CORFO y participaron también en el concurso Ideas X junto a 23 equipos, lo que los tiene hoy “trabajando en nuestro prototipo con un fondo asignado por haber pasado a esta etapa y 4 mentorías maravillosas, que nos han ayudado un montón”, indica la estudiante, quien agrega que “si bien ha sido difícil avanzar por la pandemia y el cierre de todas las Facultades de Ingeniería y/o empresas donde podíamos hacer nuestros prototipos, igual hemos logrado avanzar en otros detalles importantes como el modelo de negocio”.

Innovación y Psicología

“El proyecto nace de la idea de hacer algo que pudiese ser beneficioso para las personas”, responde Andrea, que comenzó vendiendo ropa desde China pero tras una experiencia particular se dio cuenta que la industria era abusiva, por lo que tras investigar “me di cuenta que casi no habían fábricas de tela nacionales porque tuvieron que cerrar al no poder competir con los precios asiáticos, luego de pasar un año averiguando, ya sabía que quería hacer: reciclaje textil químico, lo único que me faltaba era con quién hacerlo y cómo poder hacerlo”, relata, así fue como se unió con un amigo y postuló al Concurso UAI+D Prototypes el año pasado.

Como estudiante de psicología, Andrea indica que la profesión que escogió y la innovación van de la mano, “creo que la única forma de hacer un emprendimiento es tener en cuenta qué quieren, piensan y sienten las personas, estar en constante diálogo y comunicación con las personas, con la calle, con las comunidades”, señala, y la psicología entrega herramientas alineadas justamente en esa dirección.

“Hay que escucharnos y entendernos para solucionar juntos los enormes problemas que afrontamos como humanidad, si no ¿qué sentido tiene seguir haciendo algo?”, cuenta la estudiante, quien destaca el apoyo recibido por parte de la UAI a través del profesor Sebastián Arias, encargado de emprendimiento estudiantil de la Facultad de Ingeniería y Ciencias, quien los ha acompañado todo el tiempo en este proceso, así como desde la Escuela de Psicología a través de la profesora Ana Rosenbluth quien acercó a Andrea a los concursos de emprendimiento que ofrece la universidad.

Ahora, en Rebeca seguirán avanzando con su prototipo y de este modo hacer máquinas propias que faciliten el trabajo a baja escala, para poder implementar con mayor agilidad el proceso.

El mensaje de Andrea está enfocado en tomar conciencia en que como personas somos parte de algo más grande que nosotros mismos, y que toda acción tiene un impacto, por lo que “es de suma importancia cuidar que sea siempre un impacto positivo, saludable, que sea un beneficio, sin importar el área de la que nazca, porque el conocimiento es siempre una herramienta de gran valor y debe ser compartido y promovido. Además, usar ese conocimiento para apasionarse por un proyecto que nos beneficie a todas y todos, es un enorme acto de amor digno de fomentar”, finaliza.

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