La segunda cámara revisora, elegida por partes y que el gobernante no puede disolver, es un antídoto. Si hay una sola cámara relevante, el gobernante que la controle se hace de todo el poder.
"La Comisión ha planteado que 4/7 (57%) de los diputados siempre impongan su voluntad a la Cámara de las Regiones. En tal caso ellos anulan el poder legislativo de las regiones. Y si un Presidente futuro tiene mayoría entre los diputados, ¿se logrará así un contrapeso efectivo?"
Los apetitos autoritarios dormidos a menudo se despiertan cuando se presenta la oportunidad. ¿Es capaz la Cámara de las Regiones propuesta de contener los apetitos autoritarios que se podrían despertar en quien tenga la mayoría en el congreso de los diputados? ¿O es mejor no pensar en esto?
¿Qué legitimidad tendría en Chile un jefe de Gobierno negociado y acordado entre los parlamentarios y que puede caer en cualquier momento por decisión de ellos?
La discusión actual sobre régimen presidencial en la Constituyente puede precipitarnos hacia algo similar al modelo peruano que, en los hechos, promueve la confrontación entre los poderes.