Hablar de salud mental es promover el autoconocimiento, ejercicio cada vez más necesario, entendiendo que como sociedad hemos experimentado acontecimientos que han sacado a muchas personas de su estabilidad emocional. Pero más allá de lo específico, ¿cómo debemos entender la salud mental? el académico de la Escuela de Psicología, Emilio Compte, señala que “la salud mental es el equilibrio entre una persona y su entorno sociocultural que garantiza su participación laboral, intelectual y relaciones para alcanzar bienestar y calidad de vida”.

En este contexto, la salud mental expone a las personas a la vulnerabilidad, es decir, a enfrentar cosas que no pueden hacer o que cuestan más, si a esto le sumamos que vivimos en una sociedad en la que no poder con algo o mostrar una señal de vulnerabilidad es visto como debilidad, las personas se alejan de las consultas psicológicas porque las asocian a estigmas negativos sobre las enfermedades mentales.

Esta problemática surge porque las personas no logran entender que “la salud mental está estrechamente relacionada con nuestro entorno y con la capacidad de ser miembro activo del mismo, lo que implica muchas veces emociones negativas”, explica el experto, quien agrega que tales sentimientos negativos son parte de las emociones humanas, “podemos sentir tristeza y no por eso hay que pedir ayuda psicológica”, acota.

¿En qué momento pedir ayuda?

“Hay una idea predeterminada en la sociedad de que siempre hay que estar bien, sentirse contentos, que no hay que experimentar emociones negativas”, complementa Emilio, lo que impide a las personas identificar cuándo es necesario solicitar ayuda de un profesional.

¿Dónde está la línea entre experimentar emoción negativa y pedir ayuda? esta línea está en el deterioro funcional explica el académico, “cuando una persona, producto de una emoción negativa -ya sea miedo, ansiedad, cambios de estado de ánimo- ya no puede hacer algo que antes hacía, eso es deterioro funcional”.

Esta dificultad de hacer cosas, puede ir desde perder el interés, el cuidado personal, hasta problemáticas relacionadas al consumo de sustancias, como el alcohol o drogas para regular el estado del ánimo, es necesario pedir ayuda.

“Quiero aclarar que solicitar ayuda psicológica no implica tomar sesiones semanales o seguir atendiéndose por años, hay problemas que se resuelven con una consulta psicológica”, agrega el experto, con el fin de borrar estigmas sobre pedir ayuda profesional.

El ser humano es un ser social, y configura su bienestar en relación al entorno, en ese sentido la pandemia ha afectado muchísimo, señala Emilio Compte, principalmente en la regulación emocional, “todos hemos subido un poquito de peso, hemos comido por aburrimiento o para regular el estado de ánimo, el problema es que las personas con trastornos alimentarios experimentan esto con una sensación de culpa”, explica, es en esos casos en que es necesario solicitar ayuda.

En la misma línea, surge la automedicación “hay personas que se automedican con sustancias legales e ilegales para regular sus emociones, lo que muchas veces puede desarrollar una dependencia producto del desconocimiento de las dosis y sustancia que están consumiendo”, agrega.

Sobre estos temas y más, el académico de la Escuela de Psicología, Emilio Compte, conversó en Radio Infinita. Revisa su entrevista aquí.