Profesor del Design Lab dirige taller que propone espacios de intervención en plaza Italia

El profesor de la Escuela de Diseño UAI y director del Magíster en Ciencias de Diseño UAI, Rodrigo Tisi, dirigió el workshop “Espacios y Objetos Performativos”, en el contexto de un proyecto del Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes (Fondart) que se adjudicó hace unos años. El workshop también incluyó a Juan Pablo Valdés, ayudante titulado del Design Lab.

El taller, que buscó examinar los objetos y el entorno en que vivimos, a través de charlas y trabajo colaborativo, tuvo lugar en el campus Peñalolén de la UAI, y luego en el Centro Gabriela Mistral (GAM). Durante el workshop, los participantes resolvieron ejercicios teóricos y prácticos, presentando cada grupo sus hallazgos y exploraciones en torno a la generación de ideas de temporalidad y performance en el espacio urbano, puntualmente en el entorno de la plaza Italia, “tomando todas las capas de historia que tenemos en ese lugar, y el tema de contingencia actual de decisiones”, explica Rodrigo Tisi.

En esa línea, las y los participantes generaron propuestas de intervención en distintas dimensiones de performance, tanto en objetos y espacios para poder especular sobre qué hacer con lo simbólico de este lugar. “El objetivo fue explorar el mundo material que tenemos, a través de los espacios y los objetos que interactúan con nosotros en el día a día, ya sea en actividades de la vida cotidiana o en actividades singulares que son efímeras. La idea fue que los participantes lograran comprender y dimensionar los alcances del concepto de performance aplicado a diseño”, explica Rodrigo Tisi.

Las propuestas

  1. Maximiliano Osses, Edén Jofré y Matías Palominos. Trabajaron la idea de una superficie a la manera de una topografía, de manera de provocar el encuentro entre los tres parques que hoy existen: Bustamante, Forestal y Balmaceda. Estas operaciones se proponen como relieves que permiten la generación de objetos de infraestructura urbana (banquetas, superficies para el deporte urbano, reposeras e islas de vegetación), e intervención lumínica.
  2. María Paz Castillo y Nicolás Jorquera. Apela a enfatizar para recordar el centro que significa ese lugar donde existía el monumento a Baquedano. Trabajaron una especie de lomo de toro, en una forma elíptica de grandes dimensiones que trata de alcanzar una altura en el punto central, que sirva como plataforma de encuentro para celebraciones y manifestaciones.
  3. Viviana Rivas y Cristóbal Roselló. Trabajaron un centro circular, apelando a la idea de la rotonda, con la idea de proponer un nuevo lugar para situar monumentos abstractos. Son cuatro formas de doble cara, desarrolladas en curvas, que se activan con unos lenticulares para generar un paisaje perimetral de fondo. Tisi explica que este centro puede tener una configuración temporal a través de imágenes del pasado, presente y, eventualmente, del futuro, apelando de alguna manera a la memoria pasada, pero también proyectada.
  4. Paulo Sancho y María José Ortiz. Este proyecto propone una coreografía de movimiento durante un tiempo determinado, para construir un suelo de color de manera colectiva. La idea es convocar a un gran número de personas para que con propia participación y sus propios pies puedan imprimir su huella con distintos colores. Esto se propone en un sentido de apropiación como un gesto simbólico para construir un suelo de todos. Se trata de un mural colectivo y horizontal para construir la nueva explanada que hoy no tiene un rol tan definido en las propuestas que se han hecho.
  5. Javiera Valdivieso y Claudio Astudillo. Esta propuesta incorpora dispositivos sonoros para activar el entorno urbano dependiendo del flujo de personas que existe en el lugar. Estos puntos se convierten en nuevos lugares para tener percepciones de una plaza que habita en nuestra memoria , para recordar los sucesos que ahí han sucedido: manifestaciones, celebraciones, triunfos, dolores, etc. La idea es transformar el paisaje desde algo inmaterial (que también se puede diseñar), y que se materializa a través de los elementos urbanos que hoy existen en el entorno.

“Estas cinco propuestas apuntan a la construcción de experiencia desde la intervención objetual en un lugar, con la ambición de transformar las percepciones que tenemos del lugar en otras que serán nuevas, de manera de generar nuevos momentos de encuentro y cohesión social y cultural entre chilenos”, agrega Tisi.

El workshop consideró también la provocación de cinco invitados nacionales y tres internacionales, todos académicos que de alguna forma incorporan el concepto de performance en su investigación y práctica académica y profesional. Desde Chile, estuvieron presentes Carolina Pino (UAI), Ricardo Lang (PUCV), Carolina Ihle (UACH), Daniel Opazo (UCH) y Fernando Portal (UDLA). Desde el extranjero, participaron Brandon Labelle (Universidad de Bergen, Noruega), Kristine Samson (Roskilde University, Dinamarca) y Shauna Janssen (Concordia University, Canadá). Todos ellos pudieron entregar diversas perspectivas sobre el diseño de performance, y el rol de este concepto en el desarrollo de su trabajo académico.

“Pudimos redondear ideas de lo que son los espacios y objetos performativos, que se podrían resumir como formas materiales significativas y simbólicas que tenemos en nuestro entorno cotidiano y que son capaces de activar relaciones, momentos y experiencias colectivas. Ahí es cuando estos objetos y espacios hacen performance y por lo tanto desencadenan estos espacios temporales memorables de experiencia”, concluye Rodrigo.

Conoce más detalle en este video.

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