¿Podemos prevenir la demencia?

21 de Septiembre 2022 Noticias

Se estima que casi 50 millones de personas padecen actualmente demencia en el mundo, y esta cifra se triplicará en el 2050. Dado que no existe una cura para este problema, la reducción del riesgo de desarrollar la enfermedad (RRDE) constituye la principal estrategia terapéutica, así lo indica Agustín Ibáñez, director del Brainlat UAI, “lamentablemente, los factores que más influencia tienen en el desarrollo de la demencia son la edad, los antecedentes familiares, y la herencia -todos factores de riesgo que no pueden ser cambiados-” pero ¿podemos hacer algo al respecto?.

Sí, he aquí 11 aspectos a considerar según el experto:

  1. Hacer ejercicio físico

El ejercicio físico regular es un factor importante en la RRDE, e impacta mediante diversos mecanismos (brinda más oxígeno a las neuronas, beneficios cardiovasculares, y reducción de factores tóxicos en el cerebro). No es indispensable que hagas ejercicio todos los días. Incluso si te conviertes en un weekend warrior (haciendo ejercicio durante el fin de semana) estas ayudando a tu salud cerebral.

  1. Alimentarse bien

La dieta, a través de su impacto en la salud cardio-cerebral es otro factor de protección.

La dieta llamada DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) enfatiza el consumo de vegetales, frutas, y alimentos con bajo contenido de grasas, y azucares. La dieta mediterránea está basada en el consumo bajo de carnes rojas, enfatizando las granos, frutas, vegetales, pescados, aceitunas (y aceite de oliva) junto con grasas saludables. Ambas dietas promueven la RRDE.

  1. Entrenar la cognición y fomentar la educación

El entrenamiento cognitivo (ejercicios mentales con papel y lápiz, o computacionales) retrasan del deterioro cognitivo en el envejecimiento y la demencia, especialmente en aspectos de memoria y funciones ejecutivas (coordinación de procesos cognitivos de planificación, inhibición, atención, etc.). Igualmente, personas con más años de educación formal presentan más recursos de protección cerebral.

  1. Tratamientos específicos para cuadros con vulnerabilidad genética

Un porcentaje pequeño de las demencias tiene un factor genérico importante. Algunos ensayos clínicos han mostrado que a terapia genética podría ser muy potente en aquellos pacientes con orígenes genéticos de la enfermedad. Otros tratamientos con microbioma o drogas antinflamatorias requieren de mayor investigación.

  1. Prevenir las enfermedades vasculares y cardiovasculares

Múltiples terapias (farmacólogas o no) pueden ayudar atenuar el impacto de las enfermedades cardiovasculares (diabetes, colesterol, presión arterial) que a su vez incrementan el riesgo de desarrollar demencia.

  1. Evitar los golpes de cabeza (traumatismo de cráneo)

Se ha mostrado que los traumatismos de cráneo tienen una asociación importante con el desarrollo posterior de la demencia, especialmente cuando los primeros conllevan perdida de la conciencia. Usar el cinturón, cuidarse durante el deporte, controlar la coordinación corporal, son ejemplos de cómo cuidarse al respecto.

  1. Mantener una vida social activa y evitar la soledad que produce estrés

La vida social activa es un componente protector para la demencia, y particularmente la soledad percibida crónicamente como negativa (el sentimiento subjetivo acerca de esta) puede ser un factor potenciador de la demencia. Los vínculos sociales ayudan a disminuir la carga de estrés y las demandas ambientales, que cuando se vuelven crónicas pueden generar respuestas biológicas que reducen la salud cerebral.

  1. No fumar y dormir bien

Fumar sostenidamente puede incrementar el deterior cognitivo y el riesgo de demencia. Igualmente, las alteraciones del sueño (insomnio, apnea) incrementan el riesgo de la misma. El buen sueño es un factor protector de múltiples factores que se asociación a la demencia y a otras enfermedades cerebrales.

  1. Evitar la depresión sostenida

La historia de depresión sostenida a lo largo del ciclo vital incrementa el riesgo de demencia. Aun no se conocen bien los mecanismos involucrados. Poder abordar la depresión con diferentes tratamientos farmacológicos o no farmacológicas, así como desarrollar estrategias de resiliencia frente a la depresión pueden ayudar a tu cerebral a largo plazo.

  1. Cuidarse de la contaminación atmosférica

La contaminación está asociada a la demencia, probablemente mediante el impacto del dióxido de nitrógeno (un subproducto de las emisiones de los vehículos de motor, entre otros), las partículas finas que provienen de muchas fuentes de contaminación, y otros factores. Santiago de Chile es una ciudad con niveles elevados de contaminación, y en Latinoamérica hay más de 80.000.000 de personas expuestas a la contaminación ambiental. Reduce el uso del coche y el consumo de energía; y cuando los niveles de contaminación sean altos, usa mascarilla, evita el ejercicio intenso y la exposición sostenida en lugares al aire libre, y toma más agua.

  1. más allá de las acciones individuales: El rol del gobierno y la comunidad

La prevención y disminución del riesgo no alcanzan con las decisiones individuales. La consciencia de la enfermedad y su prevención solo son eficientes mediante planes específicos de políticas públicas, basados en la educación, prevención y provisión de actividades protectoras, así como el desarrollo de una adecuada evaluación y asistencia.

A tener en cuenta: los factores que previenen la demencia arriba detallados son derivados de estudios epidemiológicos, por ende no aplican necesariamente a una persona en particular.

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