La recuperación de la actividad en el segundo semestre del 2021 y las expectativas de mayor liquidez del mercado – por la extensión del IFE y la posibilidad de un cuarto retiro- son algunas de las causas que hacen pensar que la demanda seguirá presionando a la economía chilena. Por ello, por primera vez desde marzo del 2018 que todos los sectores medidos en el Índice Mensual de Confianza Empresaria – preparado por la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez en conjunto con Icare y publicado por El Mercurio.- muestran predominio de las visiones optimistas.

El IMCE alcanzó un valor de 60,35 puntos, en una escala en que los valores sobre 50 reflejan predominio de visiones optimistas, con una mayoría de encuestados que creen que la situación está mejorando. El IMCE de agosto, con un alza de 2,71 puntos sobre julio, es el de mayor valor registrado desde abril de 2012. Es además la primera vez desde marzo de 2018 en que los cuatro segmentos que lo componen -comercio, construcción, industria y minería- alcanzan un valor sobre 50.

Construcción: optimismo al alza

El sector Construcción avanzó 8,16 puntos, siendo el progreso más relevante en el mes y que le permitió pasar desde los 43,36 puntos hasta los 51,52. Si bien sigue siendo el rubro menos optimista, su aumento fue notorio. Minería, por ejemplo, avanzó solo 0,61 puntos, con lo que se estaciona en los 62. Con ello, pierde su posición como el sector más optimista ante Industria. Este último aumentó 1,63 puntos hasta los 62,94. Comercio mejoró 1,88 puntos hasta los 61,70, el mayor valor desde marzo de 2018.

“En agosto el IMCE superó el nivel de 60, algo que no ocurría desde mediados del año 2012. Las mejores de las perspectivas empresariales fueron generalizadas en todos los sectores, incluso haciendo que el sector construcción vuelva a estar por sobre el nivel neutral después de más de dos años”, complementa el académico de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez, Juan Pablo Medina.

Riesgo de sobrecalentamiento de la economía

El rubro de la construcción tiene un mayor rezago relativo dado el perfil de largo plazo de las inversiones, pero es el que también ha mostrado una fuerte recuperación desde el mínimo que se registró en abril de 2020, con 6,43 puntos, dijo Francisco Rivera, CFO de la firma inmobiliaria Grupo Patio y miembro del Círculo de Finanzas de Icare a “El Mercurio”.

“Los resultados son positivos en términos de las señales de reactivación y dinamismo de la actividad, y es de esperar se consolide en lo que viene. Sin embargo, hay factores clave que debemos observar y que resultan desafiantes dado que condicionarán la inversión, el empleo y la capacidad de crecimiento de largo plazo” sostuvo.

Con ello se refiere a la sostenibilidad del gasto público y sus efectos de largo plazo en el costo del financiamiento, así como los desafíos en el orden político, considerando la discusión constitucional y el período de elecciones. Además, advierte los riesgos de un sobrecalentamiento de la economía.

“Llama la atención que en el sector empresarial se consolida la percepción de mayores presiones de salarios y costos y un elevado uso de la capacidad instalada de las empresas. Esto configura un panorama donde la demanda por bienes y servicios pareciera que está siendo más vigorosa que la capacidad productiva, llevando a aumentar las expectativas de inflación. Como es bien sabido, las ayudas fiscales y los retiros de la AFP han posibilitado esta aceleración de la demanda. Todo lo anterior sugiere que la recuperación ha tomado tanta tracción que existe un riesgo real de un sobrecalentamiento de la economía,” cierra el profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez, Juan Pablo Medina.

Puedes revisar el informe completo preparado por la Escuela de Negocios UAI junto a Icare AQUÍ.