El Mindfulness es una práctica de atención plena que, a través de la concentración y toma de consciencia, conecta con uno mismo. Su origen es budista, cultura que observa las cosas desde una perspectiva distinta a la de occidente, que ha adaptado la práctica de acuerdo a su cultura y visión individualista.

Ante esta situación, la Escuela de Psicología decide rescatar el origen del Mindfulness e invita, a través de diversas formas de especialización, a incorporar el Mindfulness Relacional, que pone énfasis en la relación con el otro, en la consciencia personal pero entendida como una relación con los demás.

Roberto Arístegui, profesor y director del Magíster en Mindfulness Relacional, explica que “hoy lo relacional significa que el principal recurso que tengo para enfrentar el mundo es mi conexión con el mundo de la vida, es decir, la empatía, la conexión, como soy como persona y con los demás, singularmente, pero con los demás. En cambio el modelo tradicional es yo solo y el mundo”.

Incorporar prácticas que respondan a las necesidades de la sociedad actual es un desafío permanente, el mindfulness relacional es una alternativa que permite el desarrollo personal y colectivo, “la importancia para el mundo actual es que ahora vivimos un mundo con énfasis en lo individual, y la perspectiva más relacional -o de encuentro con el otro- no se vislumbra de manera tan clara, lamentablemente como es el paradigma desde el cual miramos, el mindfulness puede ser leído así también, desde una perspectiva de desarrollo personal individual dejando fuera dimensiones como la empatía, compasión, comunicación con otros, lo relacional, la dimensión social y esas son dimensiones que queremos ponerlas en perspectiva desde la Escuela de Psicología”, dice Claudio Araya, profesor UAI.

Consciencia colectiva

Más allá del desarrollo personal, el mindfulness relacional busca incorporar la práctica en grupos sociales de distintos ámbitos, “podríamos pensar que ser consciente no solo es una competencia de las personas, sino también de los grupos. Las organizaciones pueden ser más conscientes de sí mismas y los demás. Por supuesto que las organizaciones están compuestas por personas pero se amplía el foco de atención”, agrega Claudio Araya.

¿Cómo practicarla?

Existen varias formas de practicar mindfulness, y la Escuela de Psicología ofrece diversos espacios para aprenderlas, “en el diplomado y magíster vamos a desarrollar distintas prácticas, que hemos distribuido por niveles: practicas a nivel personal, el vínculo con nosotros mismos, practicas con otro, en pareja o grupo, y practicas a nivel social, como en organizaciones, como en el liderazgo consciente”.