Matías Braun investigó en Oxford el origen de la elite política y financiera chilena

27 de Abril 2017 Noticias

Había tenido la experiencia de vivir fuera de Chile junto a su familia, pero los 7 meses que el profesor Matías Braun pasó en Oxford se lo reafirmaron: la ganancia que se obtiene en calidad de vida- sobre todo en lo que se refiere a fortalecer los lazos familiares- no tiene comparación. Más aún cuando su vida en Inglaterra transcurrió en un pueblo pequeño, donde es posible llegar caminando a todos lados y donde sus cuatro hijos, de 2, 9, 13 y 15 años disfrutaron de la apuesta que se entrega en los países desarrollados: crecer con los padres presentes, gracias “a que todo gira alrededor de la familia. Las infraestructuras de las casas están orientadas hacia adentro, la cocina es el núcleo, la guagua juega cerca, los niños hacen las tareas en la mesa…fue un período muy rico de vida en conjunto”, dice Braun, ya reintegrado como profesor e investigador a la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez.

Pero el período que el destacado economista pasó fuera estuvo lejos de ser un tiempo de abstracción de la contingencia chilena: muy por el contrario, sus estudios estuvieron justamente enfocados en entender el origen de la elite política y financiera de Chile. Matías estudió en Oxford la historia de los negocios de nuestro país, desde el siglo XIX en adelante. Investigó “quienes son los directores de las compañías, quienes son los políticos y los banqueros,” llegando a algunas conclusiones categóricas como que “nuestra elite de negocios, financiera y política es muy pequeña. Más que un country, son un country club, se repiten mucho y son muy estables en el tiempo.” Elite donde, además, el número 3 es casi mágico: “Son tres farmacias, tres supermercados, se encuentran los domingos en tres iglesias y tienen a los niños en tres colegios.”

Además, vivir nuevamente afuera y disfrutar de la orientación hacia la calidad de vida que tienen los países desarrollados le permitió, también, profundizar en lo que considera muy malas decisiones que se han tomado en cuanto a políticas públicas en Chile. “En algún momento elegimos que la ciudad se expandiera como se expandió, que los subsidios no cubrieran el sitio donde están las casas, en algún momento decidimos que ya no queríamos concesiones de infraestructura urbana, decidimos darle más importancia al auto que al transporte público, que la delincuencia no era un tema prioritario, decidimos que poner el cerco eléctrico en las casas era normal, nos fuimos convenciendo que las cosas que no generan calidad de vida eran necesarias por el estado de desarrollo,” dice, comentando que en  las dos variables que él considera fundamentales como lo son el transporte público y la seguridad, no veremos cambios nosotros, “porque echar para atrás es muy complicado.”

Los obstáculos para el crecimiento

Matías se especializa en profundizar cómo las imperfecciones del mercado financiero afectan las decisiones que toman las firmas dado su capacidad de financiar los proyectos que tienen. Las investigaciones empíricas que realiza muestran que las compañías que están en los mercados financieros poco desarrollados, no pueden crecer a la velocidad que lo hacen compañías en mercados financieros desarrollados.

¿Qué tipo de firmas hay en Chile?

Según el académico, el tipo de firmas que nos encontramos en países como el nuestro en que los mercados financieros están menos desarrollados, “son compañías bastante parecidas a las de la vieja economía. Te encuentras con firmas que tienen mucho capital fijo, de sectores manufactureros, duros, industriales, tangibles en que los problemas de información se dan relativamente poco. ¿Qué quiere decir esto?  Que mucho de su valor está en lo que ya están haciendo hoy día, más de lo que puedan hacer en el futuro.”

El problema, explica, radica en que las firmas que tienen más valor en el mundo de hoy, las que están creciendo más rápidamente, son compañías de internet, que tienen cero activos porque los activos son básicamente ideas que son imposibles de entregar como colateral. Firmas cuyo valor está básicamente en el futuro, “donde no se puede ir al banco y decir préstame plata y te paso la idea.”

“Nosotros nos quedamos entrampados en un tipo de economía que no tiene mucho valor. Entonces: ¿Si es tan importante el desarrollo financiero? ¿por qué no existe desarrollo financiero en todas partes?”

Aspectos que mejoran los mercados financieros

Para el economista esos aspectos son básicamente dos:

-Protección a los acreedores e inversionistas: cuando alguien efectivamente cae en conflicto de interés, maneja mal los conflictos de interés,  que el inversionista sea capaz de recuperar la inversión. “Si se está protegido, las cosas funcionan mejor porque se está más dispuesto a invertir.” 

– Información: Hay que exigir la entrega de información, pues permite saber, básicamente, “si me están haciendo tonto o no.” Si una empresa de internet no tiene activos fijos para entregar al banco como garantía, y también está sujeto a diferencias o asimetrías de la información con respecto a los inversionistas o acreedores, va a ser muy difícil que le presten fondos.

“Lo que necesito son esas dos cosas: darme cuenta y una vez que me doy cuenta, poder llevarlo a la corte y que la corte lo castigue. Protección de los derechos al acreedor e inversionista y calidad de la información que se entrega”.

Pero….¿Si sabemos que estas dos cosas son muy importantes, por qué no la tenemos?

Economía política del desarrollo financiero

“Hay dos posibilidades”, dice Braun. “O la gente no se ha dado cuenta que ese es el camino, o la gente se ha dado cuenta qué es lo que hay que hacer, pero no les conviene. Si es así, se torna en un problema de economía política: a quienes les conviene que ocurra un cambio, versus quienes no les conviene que suceda.” Explica que si nuestra economía está muy basada en la antigua economía, claramente va a existir un grupo grande a quienes no les conviene se desarrolle un cambio, porque los fondos se van a desviar y van a tener competencia.

Investigación en Oxford

Este fue el tema principal que el académico fue a estudiar a Inglaterra. Cómo la elite de los negocios, financiera y política están entrelazadas desde hace siglos y el tipo de políticas que esto va originando. Entre sus conclusiones más claras está, además de que estos tres grupos conforman un “country club” que:

– La elite ha sido bastante acomodaticia de nuevos actores que van surgiendo. El ejemplo  más claro es que cuando ocurrió el boom minero a fines siglo 19 principios del 20,  esos nuevos mineros se incorporan a esta ella.

– Es  una elite es bastante cohesionada entre sí, hay mucho cruce entre ellos. Por lo tanto, todo el escándalo sobre la participación de los negocios en el mundo de la política no es nuevo. “El mundo de los negocios siempre ha estado entrelazado con la política, y es muy poco natural pensar que vamos a tener dos grupos que no tengan nada que ver uno con otro. No solo poco natural, sino que probablemente poco beneficioso para todos que estén separados. Y como han estado siempre relativamente juntos, si hoy día tenemos políticas como el tema del financiamiento de las campañas o las puertas giratorias entre los políticos y los empresarios…si empezamos es tener ese tipo de políticas que buscan separar a los grupos, va a ser muy difícil mantener el equilibrio que hemos tenido hasta ahora, especialmente en los últimos 15- 20 años, en que todos los grupos tenían más o menos el mismo interés, que está relacionado con crecimiento económico.” Según su opinión, si es que se empiezan a separar los grupos, van a empezar a ocurrir choques muy fuertes.

El presente

¿Qué pasa en la actualidad? Matías cree que “se estiró demasiado el elástico. No es razonable que la gente muy inteligente no pudiera estudiar porque no tenía plata, no es razonable que las pensiones de las personas fueran el 40% del sueldo que tenían, no eran razonables los postnatales cortos…pero en vez de ir soltando el elástico de a poco, nos empeñamos en tirarlo hasta que se cortó y el péndulo que estaba a un lado ultra liberal, a la derecha, se fue de golpe al otro lado,” dice, refiriéndose a la pésima imagen que se tiene de todo hoy en día, apuntando que se debe reformar el sistema, quebrar el equilibrio político y transparentar las cosas, buscando por ejemplo tener una visión más realista del empresariado. Apunta además, que lo que teníamos, más que economía de libre mercado, era corporativismo, economía del empresariado. “Básicamente el libre mercado significa competencia y que cada uno obtiene un retorno acorde a los riesgos que está tomando. Corporativismo es decir mira, aquí hay unos pocos que tienen que llevarse retornos muy grandes porque estamos todos de acuerdo y esa es la forma que funciona.”

Sobre el Investigador

Cuando Matías estaba cursando tercer año de Ingeniería Comercial en la Universidad Católica, su profesor de derecho tributario le pidió que realizara ayudantías para su curso: “De esa primera clase tengo el recuerdo de darme cuenta que era interesante y gratificante. Cuando estaba saliendo, me pidieron que hiciera clases en la UC en segundo o tercer año. En la mitad, yo había ido de intercambio a la Universidad de Chicago y ahí me di cuenta de las inmensas diferencias que habían entre lo que uno aprendía aquí y el nivel de allá. Estábamos 30 años atrasados. ” Braun realizó su doctorado en economía en la Universidad de Harvard, para luego trabajar por varios años como académico en UCLA, donde le tocó realizar clases en MBA y guiar varios doctorados y tesis. La academia lo apasiona. “Tratar de transmitir lo que uno va aprendiendo, aprendiendo uno primero. Está relacionado con la investigación, con contárselo a alguien, que es el mayor impacto que uno puede hacer: difundir lo que uno cree que vale la pena,” explica Matías, quien además, por más de 11 años, combinó su vida de profesor con la importante labor como director de estrategia de IM TRUST- Credicorp Capital, grupo de empresas dedicados a la prestación de servicios financieros, gestión de patrimonios y mercados capitales. ¿Cómo lograba balancear estos dos mundos? ”En la UAI  y en IM TRUST  fueron muy flexibles al tratar de acomodar las restricciones que yo tenía por lado y lado, y  lo otro fue separar bien los otros mundos, dedicarle días completos a una u otra cosa. La cabeza no puedo tenerla en dos partes al mismo tiempo. Ayuda, además el hecho que sean dos áreas que debieran estar en constante conversación…las clases e investigaciones vienen mucho de estar uno en otro lado y en la industria, se implementa mucho de lo académico.”  ¿Cómo cree Matías que ha evolucionado la educación universitaria en Chile? Piensa que de a poco ha ido cambiando, principalmente porque empezó a salir una nueva generación a estudiar afuera en universidades de prestigio, personas que luego regresaron a Chile y han potenciado la academia. Por último, el destacado economista dice sentirse muy cómodo en la Escuela de Negocios, un lugar donde “el grupo humano está bien preparado, y es agradable de trabajar. Muchos de los académicos estamos además en la industria, en el mundo de los negocios, por lo que nos interesa transmitir y conversar con los alumnos de estos temas, hay bastante interacción.”

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