Tercera edad: la pobreza no solo genera desigualdad económica, sino cognitiva y socioemocional

20 de Abril 2022 Investigación Noticias

Se espera que los adultos mayores latinoamericanos quintupliquen su tamaño para el año 2050, representan un porcentaje importante de la población, sumado a esto, la evidencia ha mostrado que nivel socioeconómico tiene una enorme influencia en la salud física y mental de las personas, además de que la desigualdad en los recursos junto al el envejecimiento poblacional, estarían propiciando un incremento en los casos de demencia en la región. Entonces, ¿qué pasa con el estado socioemocional de los adultos mayores? ¿cuánto influye su nivel socioeconómico en el envejecimiento y deterioro cognitivo?

Los investigadores del BrainLat UAI, Joaquín Migeot y Sol Fittipaldi, desarrollan el primer estudio de estas características realizado en población latinoamericana que permite responder estas interrogantes, sobre todo en un contexto en el que, según indica Joaquín, “es urgentemente necesario lograr una acabada caracterización del declive cognitivo y socioemocional de esta población para desarrollar intervenciones centradas en prevenir el deterioro de aquellos procesos, promover la salud cerebral y prevenir la demencia”.

En este trabajo, analizan el procesamiento cognitivo y socioemocional en adultos mayores con diferente nivel socioeconómico en Latinoamérica, “encontramos que las personas con nivel socioeconómico bajo presentan alteraciones en funciones cognitivas como la atención, la memoria y la flexibilidad. A su vez, estas alteraciones influyen en las habilidades socioemocionales. Las personas con nivel socioeconómico bajo presentan dificultades en el reconocimiento y expresión de emociones y en la inferencia de los estados mentales de los demás, lo cual se explicaría por las alteraciones cognitivas”, explica Sol.

Los resultados del estudio “reflejan que el deterioro socioemocional estaría dado primeramente por el deterioro cognitivo, lo cual da pie a una nueva agenda de intervenciones centrada en enlentecer el deterioro socioemocional en adultos mayores a través de intervenir tempranamente el deterioro cognitivo, el cual es especialmente acentuado en adultos mayores de nivel socioeconómico bajo”, cuenta Joaquín.

El valor de generar evidencia en esta línea es un paso importante para desarrollar planes de intervención socioeconómicamente situados, lo cual podría aumentar la efectividad de aquellos, tal como dice Sol, “necesitamos desarrollar conocimientos en torno a este tema para generar prácticas de promoción de la salud cerebral efectivas, relevantes y adecuadas para nuestro contexto”.

El desarrollo de este estudio, da pie a nuevos proyectos que impulsarían herramientas para resolver la problemática. Los investigadores están trabajando en un proyecto junto a Adolfo García, grant investigator del BrainLat y director del Centro de Neurociencias Cognitivas de la Universidad de San Andrés, “donde describimos déficits específicos en el habla de adultos mayores latinoamericanos con Parkinson, lo cual puede ofrecer herramientas baratas y accesibles para el diagnóstico de esta demencia que puede ser especialmente útil en contextos de difícil acceso al sistema de salud”, cuenta Joaquín. Adicionalmente, desarrollan un proyecto dirigido por David Huepe, Director del Centro de Neurociencias Social y Cognitiva UAI, donde describen déficits en metacognición, es decir, el monitoreo del propio rendimiento en una tarea, en adultos de nivel socioeconómico bajo y su posible rol en la adaptación social de esta población.

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