Käthe Schulz, alumna CEMS UAI: “Quería tener compañeros de distintas partes del mundo”
Hace dos semanas Käthe Schulz, estudiante alemana, llegó a Chile para cursar su segundo trimestre de CEMS UAI, un programa parte de una alianza internacional que reúne a 32 universidades y más de 70 empresas de todo el mundo. Rankeado en 2019 por el Financial Times como uno de los 10 mejores programas en international management a nivel mundial, el objetivo de CEMS es formar a la siguiente generación de líderes de empresas globales.
Käthe estará cursando durante este periodo el programa en la Escuela de Negocios, institución que es parte de la alianza desde el año 2013. Esto, porque una de las características de CEMS es que los estudiantes cumplen un periodo académico en su universidad de origen, otro periodo en una universidad extranjera parte de la alianza – en el caso de Käthe The London School of Economics- y por último, su práctica profesional también la deben cursar en alguna empresa que se encuentre en un país distinto al de su institución de origen.
“Me interesó CEMS porque quería conocer otros países y tener compañeros de distintas partes del mundo. Me llamaba la atención el factor internacional. Además, destaco la red de empresas que están trabajando con el programa”, dice Käthe, haciendo referencia a la directa conexión que el programa tiene con sus corporate partners (puedes conocer más de ellos y del programa aquí).
Además de su multiculturalidad, CEMS destaca por la alta calidad académica de sus estudiantes y una intensa colaboración y crecimiento conjunto entre las escuelas de negocios que integran la red. “Me gustaría forjar una carrera en management, tal vez no en la compañía más grande pero sí trabajar con equipos pequeños, creativos y flexibles“, dice Käthe, quien conoció por primera vez la alianza cuando se encontraba de intercambio en la UAI, sede Viña del Mar. (Es por eso que en su caso, su universidad de origen es la UAI). “Cuando me gradué el año pasado, me acordé que CEMS era un Magíster de un año y se ajustaba a lo que yo quería porque implicaba viajar fuera de mi país. Escogí Chile porque quería mejorar mi español y vivir en Santiago, ya que la última vez había pasado más tiempo en Viña del Mar.”
Si bien las clases comenzaron la segunda semana de marzo, Käthe cuenta que ya han logrado formar un grupo muy afiatado con sus compañeros. Han dedicado tiempo a recorrer distintos lugares de la ciudad, como el cerro San Cristóbal y el Cajón del Maipo, antes del comienzo oficial de las asignaturas. “Todo ha sido muy positivo hasta ahora,” concluye.