Felicidad Laboral en Chile: ¿Qué rol cumplen los jefes?

20 de Marzo 2019 Noticias

En el Día Internacional de la Felicidad, académicos de la Escuela de Negocios y Psicología analizan la realidad chilena, pero con especial foco en el área laboral, teniendo en consideración que ésta influye en todos los aspectos de la vida.

Actualmente, con el impacto que tiene la mentalidad millenial en el mundo laboral, las nuevas políticas sobre regulación de empleos respecto al teletrabajo, y el nuevo concepto de “Gefes” (Gestores de Felicidad) que –intentaría- reemplazar la figura tradicional de un jefe, la realidad laboral va cambiando, y la búsqueda por la felicidad adquiere mayor protagonismo.

En este sentido, Mariana Bargsted, psicóloga y Directora del Área Organizacional de la Escuela de Psicología y Wenceslao Unanue, Co-director del Diploma en Gestión de la Felicidad en el Trabajo de la Escuela de Negocios, exploran distintos aspectos de la realidad laboral chilena, revelando ideas sobre el bienestar, el liderazgo y la felicidad laboral.

“Gefes”: Un Concepto contradictorio

Antes que todo, ¿qué es un gefe? Según distintas publicaciones y estudios, un gefe es ante todo, persona, “personas que creen en el trabajo en equipo y que fomentan las buenas relaciones con los empleados, con el fin de obtener los mejores resultados, no desesperan. La creatividad y la felicidad son ingredientes esenciales en todos los proyectos que ponen en marcha, por eso son conocidos como gestores de la felicidad (gefes),” explican un artículo publicado en Superrhheroes.

Sin embargo, a la profesora Marina Bargsted el concepto de “gefe” no la convence: “Me parece un concepto completamente inadecuado, el tema es que quienes ejercen liderazgo, tengan las habilidades directivas suficientes para favorecer que todo su equipo de trabajo logre desplegar su potencial personal en el trabajo, con condiciones laborales, tanto físicas, económicas y sociales adecuadas. Con buen trato, apoyo, respeto, recursos suficientes para realizar el trabajo (especialmente el tiempo), con un trabajo que sea desafiante. El líder no gestiona la felicidad de su equipo, genera las condiciones para que el trabajo sea de calidad y satisfactorio”.

Por su parte, el profesor Wenceslao Unanue sí cree en el concepto pero apunta que Chile está muy atrasado en esta materia: Por ejemplo, todavía tendemos a pensar (y por lo tanto evaluar) la productividad de un trabajador solo por su productividad económica (outputs en relación a inputs) asociada a las utilidades de la empresa. Sin embargo, la verdadera  productividad también está dada por cuán altruista es un trabajador en la compañía y con la sociedad. También está dada por cuánto contribuye al buen clima de la compañía, cuan comprometido está con ella, y por cómo es su salud mental y su satisfacción con el trabajo, por nombrar algunos ejemplos.”

¿Jefes o líderes en Chile?

Dado lo anterior, el profesor Unanue apunta a que los jefes modernos deberían ser vehículos que permitieran que los trabajadores fueran más productivos en el amplio sentido de la definición: “tendemos a pensar que la felicidad es solo risa y alegría, pero es mucho más. Por ejemplo, en la empresa, los trabajadores son más felices cuando construyen mejores y más duraderos vínculos (relaciones), cuando logran ser los iniciadores de sus propias acciones (autónomos), cuando se sienten eficientes y efectivos (competentes), cuando le encuentran sentido a su vida (propósito), y cuando están en lugares de trabajo agradecidos. Por lo tanto, los gestores de felicidad son verdaderamente aquellos/as que ayudan a sus trabajadores a construir relaciones, a ser autónomos, a sentirse competentes, a encontrarle sentido a la vida a través del trabajo, y a ser agradecidos. Este tipo de jefes no son muy abundantes ni en Chile ni en el mundo.”

Con este análisis concuerda la profesora Mariana Bargsted: “Hay todavía mucha variedad en los estilos de liderazgo, cada vez vemos más interés por la formación de las habilidades directivas, pero en Chile predominan estilos paternalistas y muy jerárquicos, en los cuales no siempre se dan estos espacios”. Cuenta que hay organizaciones que tienen condiciones de trabajo muy precarias y otras que promueven la autonomía, la autogestión y donde se puede equilibrar bien los recursos con los que se dispone con la demanda de trabajo. “No hay homogeneidad y, por lo tanto, no se puede generalizar. Creo que, a nivel general, aun no se toma conciencia del impacto que tiene un buen trabajo en términos de la calidad del trabajo y la organización, tanto en la productividad como en el bienestar personal y social.”

En este sentido, es importante no sólo considerar la gestión de personas como una forma de mirar y ejercer el rol de la evaluación y selección con un alto rigor profesional y un claro foco ético en su actuar, sino como una oportunidad de posicionar dicha función a un nivel más estratégico que el que habitualmente ha ocupado dentro de la gestión de personas, por eso, la Escuela de Psicología ofrece el Diplomado en Gestión Estratégica de Evaluación y Selección de Personas para cambiar esta visión.

Felicidad Laboral y Personal: ¿Alguien infeliz en el trabajo puede ser feliz en la vida personal? 

“¡La respuesta es NO!” señala tajante el profesor Unanue, “la felicidad en la vida no se puede separar de la felicidad en el trabajo, precisamente por eso hicimos una investigación que se publicó en un muy buen journal hace 1 año”, que se puede ver AQUÍ.

En ese sentido, el profesor insiste que aquellas empresas que generan las condiciones para que los trabajadores/as sean más felices, están ayudando a que esos trabajadores sean más felices en sus vidas y con la sociedad. “Por el contrario, si las empresas y/o jefes/as hacen que sus trabajadores sean infelices en sus trabajos, están ayudando a destruir la vida de las personas y con ello minando la construcción de una mejor sociedad. De aquí la responsabilidad moral de las empresas. Lo interesante es, además, que es un buen “negocio” para las empresas. Trabajadores más felices son, en promedio, más productivos (en el amplio sentido de la palabra).”

En este sentido, la profesora Mariana Bargsted dice que “la felicidad, o el bienestar, es la evaluación que hacemos  de muchas situaciones vitales y personales. La relación entre la evaluación general o la felicidad global y la felicidad por ciertos dominios están muy relacionadas. En algunos casos son convergentes, pero en otros casos, compensatorio. Ahora, lo que es relevante en ambos casos, es la posibilidad de que el trabajo sea un espacio gratificante, desafiante y donde las personas podamos sentirnos útiles, competentes y parte de algo importante y que esto no interfiera con la posibilidad de sentir lo mismo y ser felices en otras esferas de la vida.”

 

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