Si bien la humanidad ha enfrentado otras pandemias anteriormente, las herramientas que tiene esta generación hacen que la experiencia e historia sea diferente. El uso de la tecnología ha permitido mantener la comunicación entre personas a distancia, realizar trabajo remoto y en caso de niños y niñas, encontrar mecanismo de entretención simple y de fácil acceso, pero ¿tendrá efectos este uso de la tecnología?
El académico de la Escuela de Psicología, Cristóbal Hernández, estudia la ansiedad y uso de la tecnología de las personas, y señala que hoy las redes de apoyo cara a cara están en pausa hasta que la situación se normalice, lo que implica que vamos a pasar más tiempo encerrados y no siempre con espacios suficientes para movernos o hacer otras actividades, “esto inevitablemente llevará a que utilicemos más las tecnologías digitales y nos conectemos más con distintas fuentes de información, y esto para estar conectados/as con nuestras emociones no es muy bueno”, acota.
Lo que hacen precisamente las tecnologías digitales es “enganchar” la atención y dejarla fuera, “no es casualidad que un uso problemático de internet esté asociado a menor conciencia plena del momento y menor tolerancia al malestar”, agrega Cristóbal, y ejemplifica con conductas habituales de las personas en redes sociales: “imagínate lo que pasa cuando ves una foto en Instagram o un Tik Tok: te conectas con la imagen bonita, con la publicidad o con el video divertido, no con tus determinaciones existenciales y tus emociones propiamente tal”, dice, y esto pasa porque lo segundo requiere de un esfuerzo deliberado o tiempo de simplemente contemplar, y que la tecnología no ofrece.
En este sentido, “creo que nos enfrentaremos a una era potencial de más “hiperconexión” con las tecnologías, y un poco menos con nosotros mismos/as”, señala Cristóbal, y con ello se corre el riesgo de perder más contacto aún con nuestras emociones y, por lo mismo, saber aún menos lo que nos pasa y tener menos herramientas para hacernos cargo.
Pero está en nuestras manos cambiar ese escenario y tomar medidas para tomar conciencia sobre lo que nos pasa, una forma de comprender cómo conectar con esos espacios es “cuando nos reflejamos a nosotros mismos en una conversación con algún amigo, porque en ese diálogo nos damos cuenta de cosas, o nos las dicen directamente”, explica el académico, y enfatiza que son justamente esos espacios los que hay que cuidar de manera deliberada, y sobreponerlos al uso de plataformas digitales para evitar consecuencias en el largo plazo.