El profesor y director del Magíster en Inteligencia Artificial UAI, John Atkinson, analizó cómo las tecnologías de Inteligencia Artificial y en específico el Chat GPT, pueden contribuir a perfeccionar las falencias que los sistemas educacionales tradicionales presentan y de qué manera cubren aquellos vacíos que las personas no pueden abarcar.

Al comparar el trabajo de la Inteligencia Artificial con el de las personas, el académico sostiene que “muchas veces los humanos especialistas en pedagogía, tienen algunas restricciones porque uno como humano no puede tener el control de todo”. “Y tampoco puede aprenderse de memoria un ejército de niños y sus perfiles para saber cuál es la estrategia de enseñanza más ad hoc para cada niño en particular”, añade.

En ese sentido, subraya que estas herramientas cumplen el rol de “interactuar con gente que se está formando, aprender de las personas, darles el mejor feedback y generar la mejor interacción de tal forma que mejore el proceso enseñanza-aprendizaje”. Junto a esto, también acotó que la IA tiene la capacidad de medir distintas variables y evaluar cuál es el método más beneficioso para cada estudiante, lo que marca una clara distancia respecto al trabajo humano en la materia.

“Lo que tendemos a hacer en nuestros sistemas educacionales tradicionales es que todos entren en una sola caja y los que no calcen ahí se van afuera del sistema y claramente no es lo mejor que hemos hecho“, explica al momento de establecer paralelos con la Inteligencia Artificial.

Eso sí, también advierte sobre la necesidad de tomar precauciones al utilizar estos instrumentos y no fiarse de toda la información que nos proporcionan. “Cualquiera puede usar esta herramienta, pero cuando se tiene que tomar una decisión, especialmente en áreas tan sensibles como la educación, tengo que tener cuidado que sea un especialista (el que esté supervisando el proceso)”.

“En manos equivocadas, que no tienen el conocimiento adecuado, el impacto puede ser negativo. Tú podrías hacer fracasar a un niño, porque el que estaba guiando todo esto no tenía el conocimiento adecuado”, cerró, destacando que estos medios, en ningún caso, se transforman en un reemplazo a un profesor.