Alexis de Tocqueville y su idea de igualdad como motor de la democracia

8 de Octubre 2018 Noticias

En el marco de la Cátedra Alexis de Tocqueville, la Escuela de Gobierno organizó el seminario “Igualdad y Democracia”, en donde destacados expositores nacionales e internacionales compartieron sus principales conclusiones sobre la investigación del filósofo francés y su obra “Democracia en América”.

Ignacio Briones, decano de la Escuela de Gobierno, remarcó que “estas cátedras y el pensamiento de los autores que las inspiran son consustanciales a las ideas y valores contenidos en la misión de nuestra universidad, que son fomentar el pensamiento crítico de nuestros estudiantes y entregarles una vocación basada en la libertad y en la responsabilidad individual que les permita desarrollar la totalidad de su potencial intelectual y humano”.

Por su parte, el director de la Cátedra, Óscar Godoy, señaló que “Tocqueville nos dice que es la igualdad la que mueve el cambio histórico, y esa igualdad es un proceso en marcha hacia la democracia”.

La primera ponencia estuvo a cargo del ganador del Premio Cervantes y Premio Nacional de Literatura, Jorge Edwards, quien aseguró que “Alexis de Tocqueville pertenece a la especie de los pensadores, filósofos e historiadores franceses que alteran su discurso en la medida en que el lenguaje literario los lleva a hacerlo. (…) Tocqueville era pura literatura, era crítico de la crítica. En el fondo, era un crítico literario, que nos invita a desarrollar un pensamiento libre, no encajonado y no canonizado”. De esta forma, durante su permanencia en Estados Unidos, “Tocqueville descubre que la relativa igualdad que existe en las razas y en los ciudadanos norteamericanos permite este nuevo sistema político que llamamos democracia”.

Posteriormente, el sociólogo y profesor del Instituto de Ciencias Políticas de París, Éric Keslassy, quien además es autor de artículos y libros sobre Tocqueville, planteó que si bien el intelectual francés era indiscutiblemente liberal en el aspecto político, en el ámbito económico era todo lo contrario. El experto afirmó que, según Tocqueville, la igualdad de condiciones debía conquistar todos los ámbitos de la sociedad democrática, la que se conseguiría a través de tres tipos de igualdad: política, de oportunidades y de consideraciones; sin embargo, en el mundo de la industria, esta igualdad de condiciones no se lograba. “Tocqueville observó los desastres que pueden ser causados por el pauperismo, por lo que escribió páginas en su obra que no tienen nada que envidiarle a Marx o a Engels, refiriéndose a los capitalistas como amos y a los obreros como esclavo. Él no creía en el concepto de la ‘mano invisible’ que regula el mercado propuesto por Adam Smith”, dijo el sociólogo.

Por otro lado, Enrique Aguilar, doctor en ciencias políticas y director del Doctorado de Ciencias Políticas de la Pontificia Universidad Católica Argentina, manifestó que, para Tocqueville, dentro de las sociedades modernas se podía generar un nuevo tipo de despotismo, caracterizado por poseer un Estado opresor de rostro paternalista, pero electo voluntariamente, y al mismo tiempo que representa a los ciudadanos, obstaculiza sus movimientos y los convierte en meros servidores. Aguilar describió que este fenómeno se producía por “una sociedad fragmentada, víctima de una enfermedad que Tocqueville denominó individualismo. (…) Una de las peores consecuencias que trae consigo el individualismo es la apatía cívica o desafección pública, o sea, el desinterés por las cuestiones estrictamente políticas, que para Tocqueville representaba, junto con el pauperismo, uno de los peores males que amenazaban una sociedad democrática”. No obstante, el autor francés enumera una serie de elementos o condiciones que pueden ayudar a combatir este individualismo, los cuales están sustentados en el derecho de libertad individual y de asociación de las personas. “Tocqueville define la libertad como el derecho general a la independencia que todo hombre trae consigo al nacer”, indicó el académico.

Al concluir el seminario, Daniel Mansuy, doctor en Ciencias Políticas y profesor de filosofía de la Universidad de los Andes, aseveró que Tocqueville entiende la democracia como un hecho social y no como un procedimiento para elegir autoridades, que se caracteriza por la igualdad de condiciones y el sentimiento de semejanza humana. Para Mansuy, el principal problema que Tocqueville identifica en un régimen democrático es la separación entre los humanos causada paradójicamente por el propio sentimiento de semejanza: “la dinámica de la igualdad nos separa unos a otros. El individuo tiende a privatizarse, se desinteresa de la cosa pública y la democracia puede transformarse en el reino del individualismo que Tocqueville considera una enfermedad”. Asimismo, explicó que una democracia que exacerba el sentimiento individualista tendrá pocas herramientas para resistirse al despotismo.

En el marco de la visita del sociólogo francés Éric Keslassy, el diario El Mercurio conversó con él acerca de esta nueva mirada a Tocqueville. Lee la entrevista completa aquí.

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