Adultos Mayores y empatía social: ¿Cómo vivir siendo persona de riesgo?

9 de Abril 2020 Noticias

Envejecer es un tema que tiene varias perspectivas, y el rol que socialmente se les da a las personas mayores está condicionado por cómo enfrentamos la vejez. En el contexto actual, la propagación del Coronavirus ha afectado justamente a este grupo humano, poniéndolo en riesgo y a disposición de la conciencia que tengan las personas para cuidarlos.

Paula Cornejo, académica de la Escuela de Psicología UAI se especializa en Adultos Mayores y explica que hay dos miradas de la vejez que determinan cómo vemos hoy a la tercera edad, una de ellas viene desde el temor a envejecer que se sustenta en el miedo al deterioro y la muerte; la otra tiene relación a la experiencia y el permanente deseo de aprender para ajustarse a los nuevos tiempos.

Cuando hablamos del sentido de pertenencia, esto se relaciona con sentir satisfacción al ser parte de una comunidad, y Paula explica que en este contexto de pandemia, ser persona de riesgo se vuelve también una amenaza a la integridad individual

“La persona de riesgo es la personificación del miedo al contagio y en un sentido más profundo, es miedo a la inseguridad respecto de la salud, del trabajo, de la propiedad, de la seguridad personal, de la vida”, explica Paula, lo que carga aún más la vida de las personas mayores, que en un estado normal ya deben lidiar con lo que la académica denomina como “maltrato cultural”, “pareciera que existe la desoladora creencia de que la sociedad, el estado, los servicios públicos y sus funcionarios consideramos innecesaria la asignación de recursos para mejorar el bienestar y calidad de vida de las personas mayores porque “son viejos y se van a morir pronto””, agrega.

Bajo este escenario, es muy probable que en la población mayor predominen sentimientos de angustia, de temor y de resignación, pero ¿qué hacer para contribuir en el bienestar de los adultos mayores en estos momentos?

Paula Cornejo acota que “en periodos de crisis es prioritario reflexionar sobre nuestras actitudes hacia el otro, tratando de nutrirnos en los valores éticos y en los sentimientos nobles que nos conduzcan a dejar de lado nuestros intereses personales en favor del bien común”, en este sentido invita a ser más empáticos, pero no sólo poniéndose en el lugar del otro, sino que establecer una comprensión profunda de la experiencia del otro en todas sus dimensiones, y “ser capaz de dar el soporte afectivo que la persona necesita”, dice.

Para poder lograr esta empatía, Paula sugiere hacer el ejercicio de pensar en quiénes son las personas mayores, visualizar el período en que nacieron y vivieron, los cambios que han experimentado, sus vivencias de crisis sociales, derechos humanos y represión, y en este sentido darles el valor social y que sus vidas, sus experiencias son parte de nuestra tradición, “son nuestra historia viva, nuestra memoria significativa encarnada de amor, trabajo, rigor y un respeto profundo por el otro”, ese es el rol que deben tener en nuestra sociedad, dice Paula, y agrega que la mejor contribución que hoy se puede hacer hacia ellos es: “llame, escuche, asista, sea generoso, paciente y comprensivo… buscar el bien fuera de mí, un simple acto de profundo amor por el otro”.

Redes Sociales

Instagram