Los desafíos de la gestión de personas son volátiles, las circunstancias cambian y las sociedades también, por ende, el área debe adaptarse a las nuevas tendencias y contextos. En este sentido, Ricardo Baeza, académico y Director del Diplomado en Gestión Estratégica de Evaluación y Selección de Personas UAI, explica cómo ha sido el proceso de adaptación en Chile.

En Chile se ha improvisado con la implementación del teletrabajo, lo que ha significado intentar replicar lo que se hace de manera presencial en las organizaciones, pero llevándolo al entorno doméstico de cada persona, sin embargo, “no ha habido un abordaje muy consistente de todo esto, generando una sobrecarga y de personas con multitarea más que un teletrabajo real”, acota el académico. La falta de condiciones para disponer de un lugar aislado y específico dentro del hogar para realizar el trabajo, dificulta separar la función doméstica de la laboral, con toda la sobrecarga que ello conlleva, indica el profesor, lo que “claramente demuestra que el país no estaba preparado para este cambio brutal de condiciones”.

• ¿Cuáles han sido las repercusiones de la pandemia en esta área?

“Se han debido implementar cambios en la manera de trabajar, como el uso de tecnología, reuniones virtuales para hacer entrevistas y migrar al uso de herramientas evaluativas que puedan ser administradas de manera remota”.

• En concreto, ¿cómo se han adaptado las organizaciones en la gestión de personas?

“Han debido indagar en un adecuado uso de herramientas virtuales, lo que ha visibilizado la necesidad de formalizar más la instancia de levantamiento de perfil, pues se requerirá asesorar más a las líneas en cómo definir perfiles. Así como aumentar la administración de pruebas no presenciales y abordar de manera más profesional y según los estándares de alto nivel, tanto en rigor como en ética”.

• ¿Qué herramientas existen en estos momentos para adaptarse a los nuevos tiempos?

“Herramientas para virtualizar el trabajo han existido desde hace rato, tanto en reclutamiento – gracias a la existencia de portales de postulaciones vía internet-, como el apoyo de test online para administrar evaluaciones. Pero la falta de un mayor rigor profesional en la selección ha hecho que se tienda mucho más a replicar las formas de trabajar intuitivas que siempre han existido en nuestro medio local, que movilizarse a actualizar las metodologías a un plano más moderno. Y en eso hay mucho que avanzar en la formación profesional”.

• ¿Qué ofrece la Escuela para orientar en esta línea?

“En el Diplomado en Gestión Estratégica de Evaluación y Selección de Personas precisamente buscamos llenar el vacío de formación existente hacia la modernización de la selección como especialidad. No sólo por entregar herramientas técnicas validadas para hacer selección de acuerdo al estado del arte de los parámetros mundiales, sino además insertar el trabajo del profesional de la selección como un aportador de valor estratégico para la organización”.

• ¿De qué manera los profesionales pueden adaptarse para ser agentes de cambio en sus organizaciones?

“Aprendiendo cómo desarrollar un trabajo riguroso, sustentado en evidencia, y orientando el quehacer bajo una inspiración ética fundamental, que permita adquirir el talento que las organizaciones requieren y a la vez contribuir a establecer espacios de trabajo más humanizados. Todo esto lo enseñamos enmarcado en una re-conceptualización del profesional de la selección como un gestor estratégico que aporta valor de largo plazo a la organización y no sólo como un ente operativo que se limita a cubrir vacantes de trabajo.