Clases online en Ingeniería y Ciencias: Cómo nos adaptamos a nuevos aprendizajes y desafíos

16 de Abril 2020 Estudiantes Noticias

La crisis sanitaria provocada por el COVID-19 ha alterado en casi todo el mundo y en muy poco tiempo las rutinas diarias, las metodologías de trabajo y la forma cómo aprendemos. Estamos en un escenario de cambios drásticos, donde la adaptación es clave y esencial para los desafíos que se vienen a futuro en la educación. En este contexto y a un mes de suspendidas las clases presenciales, gracias al esfuerzo y compromiso de  la comunidad académica, estudiantil y administrativos de la Facultad de Ingeniería y Ciencias (FIC), en la actualidad el 100% de las alumnas y alumnos de la FIC están asistiendo a sus clases  de manera remota.

En este breve, pero intenso tránsito de la educación presencial a las clases online, la universidad y la facultad han estado inmersas en un proceso de aprendizaje durante el cual se han recibido sugerencias de los estudiantes, de los directores de docencia, académicos y del  equipo de la Vicerrectoría Académica. Paralelamente se han estudiado y explorado proyectos e iniciativas  de eduación online que se están implementando en universidades de otros países.

Una adaptación que no ha sido fácil, pero que a juicio del Decano de la Facultad de Ingeniería y Ciencias, Carlos Jerez, con esfuerzo, se ha logrado: “durante estas semanas, hemos demostrado una sorprendente capacidad por parte de nuestros estudiantes, académicos, administrativos para movernos de lo presencial a lo virtual. Si bien con algunas dificultades inicialmente, hemos acelerado la adopción y transformación de metodologías docentes, para entregar un real modelo universitario con miras el 2030, en donde lo análogo y lo digital confluyen virtuosamente”.

Implementación, la dificutad de la primera fase  

Nada más empezar con la clases online, a través de su dirección de docencia la Facultad de Ingeniería y Ciencias, ofreció de manera inmediata apoyo logístico a los profesores para que pudieran cumplir de la mejor manera esta nueva etapa. “Se entregaron más de 150 implementos: webcams, iPads, tabletas Wacom, lápices electrónicos, trípodes, notebooks, y pizarras a más de 80 profesores de planta y partime recibieron implementos”, cuenta Rely Pellicer, director de docencia de la FIC.

Los profesores, además, han participado en capacitaciones en los talleres del Centro de Aprendizaje, reuniones de las distintas áreas de la FIC y clases dictadas entre colegas vía zoom. Parte del material que se ha desarrollado para  hacer las clases son cápsulas de contenidos para estudiantes, talleres en línea, videos de experiencias en laboratorios, simulaciones de laboratorios en línea y apuntes de clases, entre otras.

“La primera etapa fue de adopción de la tecnología. Muy difícil porque de un día para otro teníamos que salir. Primer día 65% de las clases. Al final de la semana estábamos con el 95% de las clases en línea. Hubo una infinidad de restricciones técnicas, tanto de comunicaciones, ancho de banda, caídas de wifi, de webcursos, problemas de seguridad, falta de insumos. Todos esos problemas fueron abordados en la primera fase y están en su gran mayoría resueltos. Lo que falta se va resolviendo con los pregrados y las facultades día a día”, explica Rely Pellicer respecto a la implementación inicial.

El director de docencia FIC agrega que actualmente se encuentran transitando en la segunda etapa que tiene que ver con ajustar los contenidos de los cursos, las metodologías, acostumbrarse a la cultura de hacer clases en línea, al lenguaje y los “usos” propios de esta modalidad. “Ha sido necesario desarrollar apuntes, cápsulas audiovisuales, virtualizar los laboratorios y una serie de medidas que ajustan las prácticas a los nuevos canales y modos de comunicarse entre estudiantes, ayudantes, profesores y autoridades. También se han modificado las evaluaciones y sus formatos. Los alumnos y profesores han debido adaptarse a las nuevas reglas”.

¿Lo que se viene en esta transición y sus principales ventajas y desafíos?

Una tercera etapa -comenta Rely Pellicer será diseñar los cursos desde cero pensándolos en estas tecnologías. No es lo mismo la clase presencial que la virtual. En este contexto, hay que suplir cosas que en lo presencial son más evidentes, como la participación de los estudiantes en clase o el trabajo en equipo, que no son tan espontáneos en lo virtual. Sin embargo, lo virtual entrega otras ventajas, como el hecho de que ha aumentado la asistencia a clases, se ha desarrollado la autonomía de los estudiantes y se han integrado de manera más fluida las herramientas tecnológicas que estaban disponibles. Como desafío: Deben repensarse las evaluaciones tradicionales y transformarlas para este contexto, incluyendo la cultura y la seguridad necesarias para su efectividad. Hay actividades que han demostrado ser muy eficientes en este formato como las ayudantías y las defensas de tesis. Deberíamos pensar en conservar estos formatos en el futuro”.

La experiencia de los alumnos

“Creo que bajo la contingencia la universidad supo responder de la mejor manera y dándonos las mejores herramientas para hacerlo. Tener las clases por zoom ha sido toda una experiencia nueva. Al principio fue un poco extraño, tanto para los profesores como para los alumnos, pero luego de unos días pudimos aprovecharla mucho mejor. La plataforma no solo nos conecta en vivo, sino que tiene varias herramientas para lograrlo de mejor manera, como la opción de tener una pizarra que ha sido de gran ayuda en los cursos más matemáticos. Creo que será un semestre diferente, pero que también nos dará otra perspectiva y experiencia”.  Pía Moreau, alumna de quinto año de Ingeniería Civil.

Las clases a través de zoom, han funcionado muy bien. Incluso  la asistencia ha sido mayor que  cuando las clases eran de manera presencial. Lo único que creo se puede mejorar es con algunos profes que no disponen sus clases para la modalidad online, pero  supongo que es por un tema generacional porque los profes mas jóvenes han sabido como hacer la clase y mantener activo a todo el curso, haciendo ejercicios y participando”. Jesús González, alumno de cuarto año de Ingeniería Civil.

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