Día a día nos vemos expuestos a distintas situaciones de estrés que pueden alterar nuestro organismo, desarrollo emocional, cognitivo y social. Para afrontar de mejor manera estas situaciones, el Mindfulness es una alternativa que permite cultivar el bienestar, conectarse con la experiencia momento a momento y con la capacidad de estar presente.

Esta fue la invitación que hizo el profesor y director del Departamento de Desarrollo Humano y Bienestar de la Escuela de Psicología, Roberto Arístegui, a los asistentes de la charla “Mindfulness: desarrollo y bienestar”, realizada en el Colegio Internacional SEK Pacífico.

El profesional explicó las bases de esta metodología y enseñó algunos ejercicios que los participantes realizaron durante la actividad, y que idealmente puedan aplicar a diario, permitiéndoles conectarse con el momento presente, tal como el walking meditation de la jornada. “La base del mindfulness es la atención. Hay distintas definiciones y traducciones de la palabra, pero todas concuerdan con el estar presente, con la habilidad de fijarse y ser consciente de los sentidos en situaciones y momentos cotidianos”, explicó el profesional.

Para esto es necesario “estabilizar la tensión, salir del piloto automático, es decir, cuando se está consiente, pero no pone atención; y finalmente, enfocarse en el modo ser, no en el modo hacer que constantemente domina nuestras rutinas”, detalló Arístegui.

Otro de los elementos importantes destacado durante la actividad, hace referencia a entender el mindfulness como una técnica relacional. Meditar no tiene por qué entenderse como una acción solitaria: “Si uno practica el mindfulness en profundidad, genera compasión de las otras personas y del resto, pero con la mirada occidental, se pensó que era solo individual”, aseguró el docente e invitó a los presentes a realizar ejercicios en parejas para desarrollar el contacto con los otros.