El deporte fue una de las tantas áreas que debió reinventarse para sobrevivir a la pandemia. Los gimnasios cerraron, las posibilidades de entrenar al aire libre también y la falta de implementos fue un problema común entre quienes decidieron entrenar en casa.

Fue ahí donde Sebastián Caro, ingeniero civil industrial con Minor en Business Analytics de la UAI, decidió crear -como proyecto de titulación en Startup School- ROET, una empresa que diseña diferentes estructuras que facilitan el entrenamiento sin salir del hogar y que desde su nacimiento -en abril del 2020- ya ha conquistado a más de 15 mil seguidores en sus redes sociales.

Sebastián, quien fundó ROET junto a su amigo de infancia Diego Vernet, explica que “vimos la oportunidad de solucionar un problema grande que comenzaron a tener las personas que asistían regularmente a centros deportivos: la falta de implementos deportivos para realizar deporte en casa”.

Si bien sabían que era una necesidad latente entre los adeptos a la actividad física, nunca pensaron crecer tan rápido, sobre todo en contextos de pandemia. “Cuando comenzamos el proyecto trabajábamos solamente los dos. No sabíamos absolutamente nada de fierros, soldadura, pintura ni nada relacionado con el rubro. Desde que construimos la primera máquina todo fue aprendizaje”, explica el ingeniero UAI.

Agrega que “comenzamos produciendo y vendiendo dos máquinas semanales, luego cinco, luego 10 y así, hasta llegar al volumen que tenemos hoy que son aproximadamente 50 estructuras a la semana y 12 personas trabajando full time, entre soldadores, ayudantes de taller, diseñadoras, asistentes de venta y más”.

Sobre su paso por Startup School, Sebastián asegura que fue esencial para el desarrollo del proyecto, ya que “nos ayudó a buscar otros problemas que pudiera tener nuestra comunidad de deportistas, a evaluar nuevos modelos de negocios y darnos cuenta que las posibilidades que tenemos, son mucho más grandes que solo la venta de estructuras”.

Sebastián -de 23 años- se tituló de ingeniero civil industrial en enero de este año, a través de la vía de emprendimiento de la Facultad de Ingeniería y Ciencias, convirtiéndose en un emprendedor con sello UAI. Lo que a su juicio “es un camino muy lindo en el cual lo más importante es darlo todo y no tener miedo a equivocarse. Nosotros en ROET hemos cometido infinitos errores, pero lo que siempre tratamos de hacer es aprender de ellos y verlos como una oportunidad de mejora”.