CEMS es mucho más que un programa académico. Se trata de una comunidad de instituciones académicas, corporaciones, ONGs y líderes empresariales con visión de futuro. Ningún integrante de CEMS retrata mejor el aporte de esta red global que sus Alumni. Aquí, compartimos los testimonios de algunos de ellos/as.
Pasaporte al mundo
Pedro Eguía se graduó en 2021 del MIM CEMS y hoy se encuentra en Bruselas trabajando como Account Manager en Odoo, empresa de software que es un doble unicornio y en la que está a cargo de cuarenta partners en países tan diversos como España, Nigeria, República Checa y Eslovenia, entre otros.
Pedro explica que ingresó a pregrado en la Universidad Adolfo Ibáñez teniendo como meta entrar a CEMS. De su experiencia en el programa, destaca “las posibilidades de conectar con personas de diversos países, la calidad y currículo de los docentes que acompañan el aprendizaje y el desarrollo de proyectos con empresas que me acercaron a la realidad del mundo laboral y las distintas áreas en las que podía trabajar”.
Como parte del programa, Pedro cursó un período en Barcelona, donde realizó su business project en Coca Cola con estudiantes CEMS de diversos países, para luego hacer su práctica en Milán en marketing global. Asegura que entrar a CEMS no es fácil, ya que se trata de un programa competitivo, pero lo recomienda 100% ya que “entrega herramientas y te abre el mundo de una forma impresionante. Es como un pasaporte porque es muy reconocido en Europa, mucha gente se sorprende gratamente cuando les dices que eres egresado de CEMS”.
Conectando con la diversidad
Virginie Verstraeten se graduó en 2019 del MIM CEMS, cursando un período académico en Chile, y hoy trabaja como Gerente de Merchandising Sudamérica en H&M. Virginie explica que desde su primer año de bachelor en Bélgica estuvo en su cabeza ser parte de CEMS, por tratarse de un programa reconocido y porque se alineaba con sus deseos de trabajar en empresas internacionales que le permitieran viajar y conocer distintos mercados, personas y culturas.
A su juicio, lo más enriquecedor de su paso por CEMS fue la posibilidad de estudiar y trabajar con personas de distintas universidades y países, adaptarse al idioma, a las diversas formas de trabajo y costumbres, para generar proyectos y soluciones en forma colaborativa.
Virginie, quien además formó parte de la asociación de Alumni CEMS Chile, explica que el programa “abre puertas” y lo recomienda porque “además de ser un espacio diverso, te da herramientas para negociar, hacer presentaciones, hablar al público correctamente y liderar equipos evaluando las diversas perspectivas. CEMS aporta mucho a nivel de soft skills. Soy fan de CEMS”.