Durante el verano, la alumna de la Escuela de Periodismo, Valentina Durán, estaba viendo televisión y algo captó toda su atención. Una periodista estaba tratando de entrevistar al dueño de un local llamado “La Inclusiva” pero no lograron comunicarse. ¿El problema? la reportera no manejaba la lengua de señas y el entrevistado era sordo.

“La entrevista fue nefasta, la periodista tenía que intentar hablar lento y muy modulado para que él pudiera leerle los labios y además tenían un intérprete que ayudaba un poco” afirma la estudiante de Campus Viña quien luego de ver estas escenas decidió hacer algo: “en ese minuto pensé que era inconcebible que un periodista integral, no se pueda comunicar a todos por igual”.

El ser integrante del Centro de Alumnos de la carrera (CAEP) le dio a Valentina la oportunidad ideal para lograr su objetivo y como equipo comenzaron la búsqueda para encontrar a algún profesor que dictara la clase. “En el camino me fui enterando de cosas que no sabía, como por ejemplo, que el profesor o la profesora que lo dicte, tiene que ser si o si sordo” cuenta Durán. Finalmente dieron con la persona indicada y junto con la Dirección de Asuntos Estudiantiles decidieron abrirlo a toda la universidad como un taller extra-programático.

El curso comenzó a dictarse en abril y el interés supero todas las expectativas: “a la hora de haber lanzado el taller, ya se habían llenado los 25 cupos. Estábamos felices como CAEP y decidimos crear una segunda sección que tuvo el mismo resultado: cupos llenos en menos de una hora” recuerda la alumna quien agrega que no solo hay alumnos de todas las carreras sino también académicos y bibliotecarios de la UAI como estudiantes.

La dinámica del taller realizado por la profesora María José Ruiz es muy activa por lo que los alumnos ya están manejando algunas señas. Pero hay otro factor que también ha sido muy enriquecedor para los asistentes y es el hecho de poder conocer el mundo de las personas que no pueden escuchar: “gracias a este curso hemos podido empatizar con la comunidad sorda y entender lo difícil que es tratar de desenvolverte en una sociedad que no está adaptada para ellos”, señala la organizadora.

Para la estudiante de periodismo, el hecho de que estén presente estudiantes de todas las carreras es un factor de cambio muy importante para el desarrollo del país ya que las personas sordas se sienten muy incomprendidas por el resto de la sociedad. “Ellos podrán hacerle la vida un poco más fácil a las personas con discapacidad auditiva, sobre todos los psicólogos que son de gran ayuda en una comunidad con una de las tasas de depresión y suicidio más altas que hay en Chile”, advierte Durán.

Si bien el taller termina en junio, las ganas de aprender más sobre la lengua de señas ya tiene a sus asistentes trabajando para que se realicen más cursos para seguir perfeccionándose. “Creo que es un paso muy importante que la UAI nos entregue esta herramienta de comunicación. Para mí lo ideal es que la lengua de señas sea igual de obligatorio que el inglés”, comenta la alumna de tercer año de periodismo.

También agrega que este aprendizaje va de la mano con uno de los pilares de la universidad que es el programa en Artes Liberales: “aquí se pretende que los alumnos desarrollen habilidades más allá de la carrera que estudian que sean agentes de cambio y este curso es otra manera de hacer profesionales integrales, que conozcan realidad que nos rodea y las dificultades que existen afuera” concluye.