El pasado 14 de marzo el mundo despidió al astrofísico más importante de este último tiempo: Stephen Hawking, considerado una de las mentes más brillantes del último tiempo.

En un conversatorio realizado en el Campus Viña del Mar de la UAI, académicos rescataron el legado que dejó a la ciencia este célebre científico inglés, que revolucionó la física teórica.

Los profesores Andrés Anabalón (Facultad de Artes Liberales), Doctor en Ciencias Físicas de la Universidad de Concepción; y Francisco Rojas (Facultad de Ingeniería y Ciencias), Doctor en Física de la Universidad de Florida, sostuvieron una conversación con el Prorrector del Campus Viña del Mar, Claudio Osorio, sobre “El legado de Stephen Hawking”, en actividad donde participaron alumnos, profesores y asistentes de la comunidad.

En la actividad los académicos destacaron el espíritu y la pasión que movía a Hawking, a pesar de la grave enfermedad que padecía (ELA). Al dar inicio a la actividad, el profesor Anabalón compartió con los asistentes una columna que escribió sobre el científico, donde resumió este espíritu de lucha y fortaleza: “Recordar que cada día tenemos algo especial que muchos otros ya no. Que tenemos algo que el gran Stephen Hawking ya no tiene, eso que lo hizo vivir una vida sin limitaciones y que él siempre recordó a través de la muerte de su compañero de habitación en el hospital. Estamos vivos”, citó el profesor.

Ambos profesores rescataron la contribución que Hawking hizo a la ciencia y destacaron sus principales aportes en el ámbito de la mecánica cuántica y de divulgación de las ciencias, coincidiendo en que Hawking es el gran divulgador del siglo XX y esté, probablemente, en la misma escala de Newton y Eisntein.

“Hawking tenía la habilidad de divulgar la ciencia y era capaz de traducirla a un lenguaje que podían comprender todos. La Radiación de Hawking abrió una puerta fundamental al entendimiento del cosmos, este sería su gran legado”, afirmó Rojas.

Al referirse a las investigaciones sobre los agujeros negros, Rojas explicó que “estos tienen algo distinto que es el horizonte, todo lo que entra no puede salir. Produce un flujo de partículas hacia afuera y ese flujo de partículas que se observa hacia afuera es la radiación”.

Por su parte, Anabalón explicó que “el principal aporte fue el hecho de admitir que los agujeros negros emiten una radiación cuántica y eso es bien sorprendente. La realidad es una ilusión que nosotros creamos, las cosas no son lo que uno ve. En la medida que los aparatos de medición son mejores nos ayudan a entender mejor la realidad. La mecánica cuántica dice que la realidad no existe hasta que uno la observa, ya que la realidad está en un estado de probabilidad a nivel microscópico. El hecho de que alguien haya querido medir la radiación de Hawking hizo crear el Wifi”.

Además, durante el conversatorio se discutieron otros temas vinculados a la labor que desarrollan  los científicos hoy en día, a sus nuevas metodologías de trabajo y a cómo funciona el mundo de las investigaciones, en Chile y el mundo.