“Es un hecho indiscutible que la vida humana, hoy día, está impregnada de técnica al punto en que el mismo ser humano pareciera constituirse en objeto de la técnica”, afirma Jose Luis Widow, Director del Departamento de Filosofía de la Facultad de Artes Liberales al responder por qué decidieron tocar este tema durante las VIII Jornadas de Filosofía titulada “La pregunta por la técnica”.

El filósofo comenta que el tema de los avances tecnológicos suscitaron una importante discusión filosófica durante el siglo XX, en la que participaron filósofos como Heidegger, Schmitt, Spengler, García Bacca, Ortega y Gasset y entre otros, quienes reflexionaron sobre el impacto de la técnica en la vida humana, no solo como un aspecto particular que influye en ella, sino como algo que la modela o configura en su totalidad.

En esta oportunidad expusieron los profesores de la FAL, Cristina Chrichton y Miguel Saralegui junto con los académicos Víctor Zorrilla (Universidad de Monterrey), Jorge Dotti (Universidad de Buenos Aires), Jorge Mitelman (Universidad de Los Andes) y Mirko Škarica (Universidad Católica y Universidad Católica de Valparaíso). “Todos los invitados son profesores reconocidos en el medio académico internacional que, además, tienen un gran dominio de cada uno de los autores y de los textos que abordaron: Dotti de Schmitt; Zorrilla de Spengler; Skarica de Ortega; Mittelman de Aristóteles” señala Widow.

Durante la actividad el director – quien además de ser doctor en filosofía es MBA- explica que se analizó la cuestión ética desde el corazón del vivir humano: “el problema ético está, entre otras cosas, en que el ser humano pareciera haberse embarcado en una aventura técnica que lo ha implicado totalmente, al punto que nada pareciera escapar a ella. Ya no es el hombre el que se sirve de artefactos, sino que estos y la actividad productiva cobran cierta autonomía a partir de la cual modelan la vida humana”, sentencia.

En las charlas participaron tanto académicos como alumnos de pregrado y postgrado. Camila Geell, alumna de Derecho de tercer año dice que la actividad le pareció “una buena instancia para influir a mis compañeros y a mí a cuestionar el desarrollo técnico de nuestra sociedad, como también a no dejar de lado la filosofía, que nos permite explorar e ir más allá de lo establecido. En simples palabras, nos hace pensar”.

A Rodrigo Jiménez, alumno de quinto año de Ingeniería Civil Industrial, le llamó mucho la atención la temática analizada: “no la había asimilado de la manera que lo presentaron los profesores, pues me di cuenta de la importancia y lo peligroso que puede ser la ciencia en manos equivocadas” y destacó que este tipo de iniciativas “nos permite transformarnos en profesionales más completos, donde podemos opinar de distintos temas y desarrollar habilidades blandas”.

Para Jose Luis Widow, el desarrollo de las Jornadas de Filosofía tiene una gran importancia para la universidad, pues “constituyen un foro de presentación y discusión de temas filosóficos relevantes para el hombre de hoy y llevan la reflexión más allá de las investigaciones de los filósofos “profesionales”, -aunque desde ellas- acercándola a un público más amplio”, concluye.