Gonzalo Serrano: “El primer paso para valorar algo es conocer su historia”

Producto del vínculo de cooperación que mantiene la Universidad Adolfo Ibáñez y la Corporación de Adelanto y Desarrollo de Reñaca (CODAR), se realizó la charla “Valparaíso, Viña del Mar y Concón: Una historia que las une y las separa”, a cargo del doctor en Historia y profesor de la Facultad de Artes Liberales, Gonzalo Serrano.

En la instancia, el académico analizó el proceso de desarrollo económico y social que han tenido estas ciudades desde el momento de la llegada de los españoles y la situación actual en la que se encuentran, teniendo en cuenta que “los centros urbanos, al igual que los organismos vivos, nacen, se desarrollan y no mueren, sino que van cambiando y se forman otros estilos de ciudades”, aseguró.

En primera instancia, Serrano explicó que la elección de Valparaíso como puerto principal se debió a su cercana ubicación con respecto a Santiago. Esto le permitió convertirse en un “punto interesante para muchos países. Tenía un atractivo comercial que se acompañaba del desarrollo del ámbito cultural que, incluso, le quita cierta hegemonía a Santiago”, afirmó.

Sin embargo, con el pasar de los años, debido al aumento de la población y por no seguir el ordenamiento común del resto de las ciudades, “Valparaíso es un espacio que comienza a resultar incómodo”, por lo que la migración a Viña del Mar se hace inminente.

José Francisco Vergara impulsó el desarrollo de la ciudad en torno a la estación del tren: “Viña se convirtió en un lugar de recreación, como una ciudad jardín, un balneario con un atractivo que se basa en poder utilizar los nuevos espacios que geográficamente en Valparaíso no se podía”, indicó el profesor.

Posteriormente, Concón fue la opción para quienes querían disfrutar de la playa sin la aglomeración de Viña del Mar, aprovechando la primera ruta turística en Chile: el camino costero.

Una manera de analizar el desarrollo de las ciudades se puede hacer siguiendo la ruta que han tenido importantes colegios en la región, los que se han adaptado a las necesidades de las familias y se han trasladado a los nuevos centros urbanos. Este el caso, por ejemplo, del Colegio Mackay, Los Sagrados Corazones, la Scuola Italiana, entre otros.

Para finalizar, el docente enfatizó la relevancia de destacar las potencialidades de cada ciudad para asegurar un desarrollo a largo plazo: “El primer paso para valorar algo es conocer su historia y eso es algo que no se da. A esto debe sumarse la falta de una visión de lo que se quiere a futuro para Valparaíso, Viña del Mar y Concón. Falta entender cuáles son las potencialidades de las ciudades, cuidarlas y desarrollarlas”, concluyó.

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