Descentralización para el buen vivir

5 de Noviembre 2021 Noticias Vinculación con el Medio

“El eje de nuestra propuesta es el buen vivir, es promover una relación constructiva entre todos los seres, humanos y no humanos, presentes y futuros, lo cual implica un principio de justicia intergeneracional”, sostuvo Director de investigación de la Escuela de Diseño de la UAI,  Matías Garretón,  quien realizó una exposición en la Comisión Forma del Estado N°6 de la Convención Constitucional.

Matías Garretón, quien ademáses Director de la Fundación Rumbo Colectivo inició su intervención indicando que la presentación es parte de un trabajo de la fundación, de diversas instancias de discusión, que derivó en esta propuesta realizada por él y Esteban Valenzuela, docente de la Universidad de Concepción, que a su juicio es un aporte para insistir en ciertos principios, en priorizar y en entender cuál es el objetivo final que se quiere como nación para ayudarnos a tomar decisiones en el área chica:

El académico explicó que esta propuesta está abordada desde un enfoque sistémico, es así como, en una Constitución, la coherencia entre los principios es más importante que el valor propio de cada uno y que además tienen la convicción profunda de que desconcentrar el poder político y económico es existencialmente urgente. Garretón explicó que el buen vivir al futuro “requiere invertir la relación entre bienestar y consumo. Hasta ahora, el bienestar aumenta en paralelo al consumo, específicamente de servicios ecosistémicos, podemos consumir cultura, bienes materiales y otras cosas que nos dan felicidad, pero no servicios ecosistémicos y eso requiere primero, dejar de conquistarnos y empezar a cooperar, dejar de concentrar poder y empezar a descentralizar”.  

Garretón continuó su intervención realizando un recorrido histórico de la gestación de los Estados-nación para entender la situación actual en la que nos encontramos, explicando que: “Lo que proponemos como base, como origen de discriminar, de decir qué es lo que queremos en la Constitución es volver al principio de soberanía popular, según el cual el poder reside en el pueblo que lo delega a la autoridad y, por lo tanto, toda acción pública está estrechamente sujeta al control ciudadano. Si vamos a descentralizar el poder y los recursos, también necesitamos descentralizar el control y eso es lo que demuestran todos los estudios de corrupción en estudios internacionales comparados de descentralización”.

El detalle de la propuesta, indica el académico, va a lo básico y fundamental. En este sentido proponen: “que el principio constitucional de soberanía popular se complemente con un principio constitucional de autodeterminación y plurinacionalidad que no estaría restringido a los pueblos indígenas, sino que, al territorio, que permitiera que comunas y regiones desarrollaran arreglos territoriales autodeterminados para el diseño y ejecución de políticas con pactos territoriales socioambientales entre múltiples niveles”. Garretón puntualiza que la ventaja de esto es que, si bien es más complejo formarlos, son más duraderos en el tiempo porque, por ejemplo, cambia un alcalde y la comuna sigue comprometida con la comuna del lado o con su región donde se establece un control recíproco en estos dos niveles de gobierno.

Sin embargo, detalla que también existe un problema y es que este tipo de autonomía puede generar un aumento de las inequidades territoriales. Para este punto Garretón señala entonces, se requiere un segundo principio constitucional de solidaridad “con un Estado solidario que tienda progresivamente a un gasto público per cápita equitativo en todos los territorios. De este modo, con una gestión autodeterminada territorial tenemos esta capacidad local de tomar decisiones y un Estado central que da incentivos estratégicos, regula los monopolios y provee seguridad nacional”. Sin perjuicio de otros mecanismos de control centralizados, Garretón explica que es esencial fortalecer herramientas de control ciudadano con dos derechos constitucionales: “uno de participación y libre opinión para que las personas puedan reclamar si se vulneran sus derechos y la libre opinión con la prensa libre. El mecanismo más eficiente para controlar la corrupción en sistemas descentralizados es la prensa libre porque fiscaliza constantemente a las autoridades locales y un segundo derecho constitucional de justicia ambiental para promover el buen vivir en armonía con otros seres y, los que más defienden la justicia ambiental son las personas que viven en el territorio”.

 Garretón concluyó su intervención planteando que lo propuesto es contracultural debido a la tradición que tenemos histórica-institucional va en sentido contrario, pero propone hacer una reflexión: “De dónde viene la teoría de ajuste gradual, viene de una tradición de evolución institucional que se basa en el supuesto de que la trayectoria es conocida, básicamente tenemos muchos recursos naturales, consumámoslos y sabemos que vamos a crecer y si de pronto nuestras instituciones se desvían del camino y ya no están cumpliendo la función de avanzar hacia un óptimo social, no importa, si las cambiamos de a poco vamos a converger finalmente a la trayectoria óptima. Tenemos que pensar un futuro, pero no podemos quedarnos dormidos en los laureles, no podemos pensar que todo siga como antes y eso justifica un cambio profundo que tampoco es inventado, los pueblos originarios funcionaban así. Estamos volviendo a lo que fue la humanidad durante casi todo el tiempo en que ha existido la civilización”.

 Luego, Matías Garretón respondió a las preguntas de los y las convencionales.

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