Psicodélicos para la salud mental

9 de Agosto 2022 Columnas

Con el lanzamiento del documental “Cómo cambiar tu mente” en Netflix, basado en el libro de Michael Pollan, la conversación sobre el uso de psicodélicos se hace cada vez más común. “Psicodélico” significa que revela los contenidos de la mente o del alma, aludiendo al poder de estas experiencias y sustancias para hacer consciente el inconsciente y facilitar poderosos “darse cuenta”. Hay que pensar que desde la antropología existe evidencia de que el uso de psicodélicos tiene una historia antigua, de aprox. 40.000 años con propósito ritual y de sanación.

Recién a mediados del siglo pasado se comenzó a investigar el uso de psicodélicos en contextos de salud mental. Luego de algunas décadas de “oscurantismo” por su prohibición, en las últimas décadas ha existido un renacer de la investigación en este campo, entregándonos evidencia de sus efectos positivos por ejemplo en depresión, estrés post-traumático, ansiedad frente a la muerte y tabaquismo.

Gracias a la neurociencia hoy podemos comenzar a comprender los mecanismos curativos de estas sustancias, incluyendo una mayor interconectividad de regiones del cerebro y la modificación de la red neuronal por defecto. Hoy entendemos que la experiencia del yo cambia, la flexibilidad aumenta y se crea una ventana para posibles cambios e intervenciones terapéuticas.

Este asunto es clave en el momento actual. Los problemas de salud mental han aumentado, lo que ha empeorado en tiempos de pandemia, debido a la incertidumbre creciente en diferentes ámbitos del quehacer (laboral, económico, social), el aislamiento, la ansiedad frente a las noticias, etc. Hay más ansiedad, depresión, además de eco-ansiedad. En resumen: hay más sufrimiento psicológico. Es por esto que el interés en estos asuntos se ha incrementado, en la búsqueda de nuevas intervenciones, que sean profundas, transformadoras y que presenten estabilidad a mediano y largo plazo.

El desarrollo de intervenciones y terapias asistidas por psicodélicos requieren cambiar la comprensión que tenemos de este tipo de sustancias. En general las entendemos como drogas, aunque sin embargo otras sustancias cotidianas no las miramos con esos mismos ojos. El ejemplo más evidente es el alcohol, sustancia altamente vinculada a problemas de salud física y mental, accidentes de tránsito, violencia, etc.

Para este avance y mayor aceptación la investigación es clave. Con la creciente evidencia se hará cada día más válido proponer y desarrollar estrategias asistidas por psicodélicos. Asimismo, el documental recién lanzado abre la oportunidad de abrir conversaciones, reflexiones y posibilidades, poniendo “en fácil” décadas de investigación.

Publicada en La Tercera.

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