¿Por qué la relación con la naturaleza desde la Psicología?

16 de Septiembre 2019 Columnas

Hace unos años terminando un taller de “desarrollo personal” nos encontramos con la sala con muchos papeles, basura, cosas sucias y desordenada. Desde ese día comencé a pensar qué era lo que estaba pasando allí. Al poco tiempo me di cuenta que debía incluir la relación con el entorno directo como parte explícita de mis talleres. Caí en la cuenta de que, como en muchos talleres y experiencias grupales, podíamos estar promoviendo el cultivo del mundo interior y la relación con lo trascendente, dejando de lado las relaciones que establecemos con otras personas y con el entorno.

Después de haber vivido un día de tremendas experiencias estábamos olvidando la integración con nuestra vida cotidiana y con nuestro entorno, que es finalmente donde se juega el real “avance” o “evolución” personal. Yo conmigo mismo, tal vez, creo haber avanzado, pero ¿qué dicen mis acciones y cómo es la relación que tengo con los contextos en que me desenvuelvo?

Nuestra pertenencia más concreta es con nuestro núcleo familiar, pero toda nuestra vida sucede en un contexto más grande que ha generado las bases para la vida misma. Antes que la pertenencia al sistema familiar pertenecemos al sistema Tierra, y esa es nuestra primera relación. Lamentablemente esta relación primaria y básica cada vez ha ido distanciándose y hemos caído en una apatía y desconexión en relación a los procesos de la tierra y de la vida misma. Esto es tan transparente para nosotros que, por ejemplo, muchas de las cosas que comemos a diario y que damos por obvias, no tienen grandes aportes nutricionales, desconocemos su origen y varios “alimentos” no son necesarios para la vida, mientras que nos parece natural la destrucción de nuestros entornos vitales para fines comerciales, para construir casas, edificios, etc. Sin embargo, la vida misma no puede existir sin espacios naturales, sin agua limpia, sin las condiciones básicas para la vida.

Los humanos somos la tierra, somos nuestro entorno, y estamos presenciando cambios en nuestra cosmovisión a partir de lo que está pasando. La APA, la Asociación de Psicología Americana, ya ha reconocido el término de “eco-ansiedad” para referirse a la preocupación por los asuntos medio-ambientales. Es factible que esta condición aumente considerablemente en los años que vienen con el aumento de la información en relación al daño ambiental, las consecuencias potenciales y reales (por ej., el tornado en el sur de Chile). Desde la psicología se pueden dar pasos adelante e incluir la relación del individuo con su entorno en nuestras intervenciones. Esto nos abre un campo de acción para la investigación y el desarrollo de tratamientos que permitan a las personas por un lado resolver internamente, y por otro tomar acción responsable; no parece una solución viable simplemente quitar la ansiedad y dejar que otros arreglen el problema, pues somos parte tanto del problema como de la solución.

Contenido relacionado

Redes Sociales

Instagram