Estado y ciencia de datos

3 de Marzo 2023 Columnas

Un desafío que enfrenta Chile en su desarrollo es la transformación de los servicios públicos. Entre otros aspectos, es importante que dichos servicios estén orientados a la ciudadanía y sus decisiones estén guiadas por datos y evidencia. Estos hay que analizarlos cuidadosamente para extraer conclusiones relevantes. Pero al ser el resultado de interacciones de las personas con otras personas, con la naturaleza y el universo, contienen eventualmente mucha información útil para la toma de decisiones.

Ahora bien, estos datos están creciendo a tasas exponenciales y su uso podría optimizarse si se emplean metodologías adecuadas para su análisis. Aquí es donde la ciencia de datos está llamada a cumplir un papel cada vez más significativo.

A veces se exagera su alcance y se pueden realizar buenos análisis y una adecuada toma de decisiones a partir de técnicas más básicas. Pero, crecientemente, ella va a ser útil para mejorar la toma de decisiones atendido el crecimiento explosivo de la información. Entre otros ámbitos, se pueden generar cada vez más oportunidades de mejora para el diseño de las políticas públicas, la eficacia y eficiencia de su implementación, y su evaluación y revisión continuas en el tiempo.

A pesar del creciente interés del Estado de Chile por avanzar en este campo, no existía una ruta precisa sobre la cual diseñar proyectos ni límites claros respecto de las competencias técnicas que eran necesarias para utilizar este enfoque, dificultando la innovación pública mediante la ciencia de datos. Superar el desacople entre esta y los innovadores públicos puede constituirse en un avance fundamental para desarrollar un Estado eficiente, moderno y transparente, que aproveche, en todo su potencial, el capital humano de los colaboradores del sector público. En pocas palabras, si se emplea tecnología innovadora, se beneficia al Estado, sus funcionarios y, sobre todo, a la ciudadanía.

Las oportunidades están, porque en los últimos lustros ha existido un esfuerzo transversal por parte de los gobiernos para acelerar la digitalización y la modernización del sector público. Se puede, entonces, ir más allá y aprovechar la disponibilidad cada vez más grande de datos para incorporar en el Estado nuevas metodologías que aprovechen todo su potencial transformando la manera de gobernar y hacer más efectiva la acción del Estado.

Frente a esta realidad el papel de las universidades puede ser muy útil. Desde luego, a través de la investigación y la formación del capital humano adecuado, pero también a través de la difusión, educación y reflexión de los conocimientos asociados a las nuevas tecnologías y el apoyo a las necesidades que puedan tener las organizaciones públicas y privadas para producir los cambios en su gestión que estas nuevas herramientas permiten. No obstante sus beneficios, es menester comprender también los desafíos que representa el trabajo con datos: privacidad, transparencia, licencia social y sesgos son solo algunos de los factores críticos de la ciencia de datos.

El Laboratorio de Gobierno, en conjunto con el GobLab de la Universidad Adolfo Ibáñez, tomando en consideración estos desafíos, han desarrollado, en conjunto y también por separado, una agenda que tiene como objetivo apoyar el desarrollo de funcionarios públicos innovadores con las capacidades técnicas y éticas apropiadas para formular proyectos con impacto social que descansen en la ciencia de datos y así construir las bases para que el Estado chileno avance cada vez más en este ámbito.

El GobLab UAI, en particular, no aborda únicamente los aspectos técnicos de los problemas que estudia, sino que pone atención a las dimensiones éticas, de transparencia y responsabilidad social involucradas. Ejemplo de ello es el Repositorio de Algoritmos Públicos. Este busca otorgar visibilidad a los sistemas de soporte o toma de decisiones automatizadas en el sector público chileno, de manera de incentivar a las instituciones públicas a usar datos como herramienta de innovación pública y, a su vez, caracterizar el uso de sistemas computacionales y algoritmos por parte de las instituciones estatales.

Como parte de esta agenda, ambas instituciones lanzan en el día de hoy la guía “Permitido Innovar con Ciencia de Datos”. Ello posibilitará que los y las innovadoras públicas tengan una metodología de trabajo clara, con estándares de transparencia, licencia social y privacidad, apoyada por herramientas para el diseño, elección de análisis y medición de impacto, entre otras. Esperamos que dicha guía se transforme en una referencia pública útil no solo para Chile, sino para el resto del continente, constituyéndose, así, en un fiel reflejo de los aportes que una alianza entre la academia y el mundo público puede brindar al progreso de los países.

Publicada en El Mercurio.

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