La certificación Top Employers, desarrollada por el instituto internacional del mismo nombre, evalúa cada año a organizaciones en diversos países del mundo, basándose en los resultados obtenidos por medio de la encuesta “HR Best Practices Survey”. Uno de los ítems que resultaron menos logrados en este sello en su versión 2023 dice relación con las variables “Bienestar” y “Recompensas” al interior de las organizaciones.

El director del Magíster en Dirección de Personas y Organizaciones de la Escuela de Negocios UAI, Gerson Volenski, analizó las causas que podrían explicar esta negativa evaluación.

“Si miramos los estudios de clima organizacional que se hacen en las empresas, e incluso algunos estandarizados, generalmente la variable Recompensa es la peor evaluada en todas las mediciones. ¿Qué significa eso? Significa que las personas acusan o señalan que están entregando más de lo que esperan recibir de parte de las organizaciones. Por lo tanto, no es una novedad que esta variable sea menos lograda en este estudio, porque yo diría que es un hecho evidente que las personas se sienten mal compensadas en general en cualquier organización”, afirma el académico.

“A lo anterior hay que agregar que, si existe una expectativa económica compleja de crisis, el asunto se agrava un poco más, porque la variable económica pasa a ser mucho más importante. Si miramos estudios famosos como “Zoom al Trabajo”, que ha hecho Visión Humana con la Universidad Adolfo Ibáñez, pasa lo mismo: sistemáticamente la variable peor evaluada es la Recompensa”, agrega.

Respecto de la variable Bienestar, entendida como conciliación trabajo/persona/familia, el director del Magíster en Dirección de Personas y Organizaciones sostiene que “las generaciones más jóvenes no están dispuestas a transar ese equilibrio. Por lo tanto, lo que observan hoy no tiene que ver con sus expectativas y esto está llevando a la famosa ‘renuncia silenciosa’”.

El profesor Volenski reconoce que el concepto de “renuncia silenciosa” es efectivo no solo en Chile sino a nivel mundial. “En cada informe que recibimos de mercados grandes y desarrollados en lo laboral, como Europa o Estados Unidos, esto es un hecho increíble. Muchas personas están dejando de trabajar de la forma en que trabajaban y están dispuestas a dejar las organizaciones por cambiar su calidad de vida. Yo diría que la pandemia fue el gran agente que causó eso, porque nos ayudó a ver que existían otras formas de trabajo. Entonces, las empresas que no son capaces de generar, por ejemplo, trabajos híbridos o con mayor permanencia en el hogar, van a generar mayor renuncia silenciosa”.

¿Cuál es el impacto de no ser capaces de generar Recompensas y Bienestar? “Muy simple: quedarse sin capital humano de primer nivel, actualizado, competente, el que va a estar dispuesto a emigrar hacia otras organizaciones que sí le den estas condiciones. Y están surgiendo, como tendencia, organizaciones globales que están tomando muy en cuenta esto y están ofreciendo este tipo de variables a las personas”.

En este escenario, el desafío que enfrentan las organizaciones para avanzar en estas áreas consiste, en opinión del profesor Volenski, en “instalar la flexibilidad en todas las células de la empresa: en la cultura, en la estructura, en los procesos, en la visión, en el sentido de propósito.

“Luego, ser capaz de comunicar eso como una oferta de valor a los nuevos entrantes a la empresa. Y, finalmente, escuchar más a los empleados; particularmente, a los de las generaciones más jóvenes que están entrando al mundo laboral, como la generación Z”, concluye el académico.

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