"Una infraestructura de datos integrados (IDI) es un sistema que permite: el cruce de los datos administrativos y/o de encuestas que manejan diferentes organismos públicos sobre las personas y las organizaciones, y su disponibilización de manera desidentificada y segura (...)"
"Esta regulación debiera estar basada en un modelo de responsabilidad o accountability, lo que significa que las entidades que la implementen se deban hacer cargo y respondan por los efectos que la IA pueda producir".
"Los datos en el mundo digital son el reflejo de lo que somos, forman parte de nuestra identidad y personalidad. Por eso la actualización de la ley es urgente, para responder a los crecientes desafíos del tratamiento de datos, hoy bajo las lógicas de los algoritmos, equilibrando el uso y el control de las personas frente a estos sistemas".
"La creación de una infraestructura integrada y segura de datos requiere del compromiso de una coalición amplia de personas, instituciones y del Estado. Se trata de una tarea tan relevante como compleja"..
"El uso de algoritmos, de inteligencia artificial o sistemas automatizados no son un mero asunto matemático o tecnológico: cuando implementamos sistemas que participan en aspectos relevantes de la vida de las personas, y en especial, los servicios públicos, es fundamental que se cumpla con una serie de controles y requisitos éticos".
"Sin duda la transparencia algorítmica es un desafío que implica responsabilidades compartidas y el uso de capacidades que hoy existen en las entidades públicas. Está pendiente saber cómo orientarlas y estructurarlas, siempre poniendo en el centro a las personas y a la construcción y fortalecimiento de la confianza en las instituciones públicas, posibilitando la rendición de cuentas y el control social".
"Es imprescindible que aquellos que basan sus negocios en los datos de los usuarios, sean transparentes y responsables permitiendo el escrutinio del funcionamiento y el diseño de sus algoritmos y el tratamiento de datos".
Los sistemas de decisiones algorítmicas como la inteligencia artificial ya están entre nosotros y comienzan a asumir un rol cada vez más relevante en la vida de las personas. Se están utilizando para optimizar programas sociales, atender a la ciudadanía, prevenir el delito o fraudes fiscales y aumentar la cobertura de exámenes médicos.
El Estado se debe convertir en el primer gran comprador que implemente y promueva buenas prácticas, lo que no solo beneficiará a la población, también permitirá crear un mercado de proveedores capaces de satisfacer estos requerimientos éticos, lo que luego será una ventaja competitiva en el mercado internacional.
Una infraestructura integrada de datos permite asegurar un uso responsable y transparente de datos públicos, utilizando éticamente el conocimiento y capacidades existente en la academia y la sociedad civil, y mejorando la calidad de las políticas públicas basándose en la valiosa información que surge de los datos.